“Aislada” la acusación contra agente de Morovis, según el alcalde
“La Policía Municipal de Morovis es un cuerpo muy honrado y extraordinario, asegura el alcalde.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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El alcalde de Morovis, Heriberto Rodríguez Adorno, defendió el proceso de reclutamiento y supervisión en la Policía Municipal de su pueblo y expresó que casos como el de la exagente Carmen Carrión López, quien fue acusada en los pasados días de varios robos, han sido aislados.
Carrión López, quien formó parte de la Policía Municipal de Morovis, pero fue separada del cuerpo en el 2006 “por faltas administrativas”, según mencionó Rodríguez Adorno, quedó sumariada en prisión el jueves, tras ser acusada por robo, tentativa de robo y violaciones a la Ley de Armas, en relación a distintos atracos ocurridos en ese pueblo de la montaña.
“La Policía Municipal de Morovis es un cuerpo muy honrado, extraordinario. Esto es un incidente aislado. La persona fue separada de empleo y sueldo por faltas administrativas, que ha estado apelando en foros a los que tiene derecho a acudir”, sostuvo Rodríguez Adorno en entrevista telefónica con este medio.
Según el alcalde moroveño, en la Policía Municipal “hay un reglamento distinto al reglamento del resto del personal del municipio y es un reglamento fuerte con medidas disciplinarias severas”, que también se aplicaron en 2007 a dos uniformados “arrestados por algún vínculo con una organización criminal”.
En esos casos, precisó Rodríguez Adorno, se procedió con la destitución de ambos policías. Sin embargo, al margen de esas situaciones en las que se ha prescindido de los servicios del personal que ha incumplido con las normas de conducta ejemplar y con las disposiciones del reglamento u otras reglas, el alcalde recalcó que la Policía Municipal, que cuenta con una treintena de uniformados, tiene un desempeño encomiable y regularmente realiza trabajos conjuntos, debidamente coordinados con la Policía Estatal.
“Aquí el reclutamiento es un proceso sumamente estricto”, subrayó Rodríguez Adorno al explicar que todo aspirante a policía municipal debe tener al menos cuarto año de escuela superior con promedio de 2.50 o más, aprobar un examen escrito y someterse a una investigación de campo.
Esa investigación, según explicó el alcalde, es realizada por un perito externo contratado por el gobierno municipal y en la misma se indaga sobre “la disciplina del recluta en su comunidad y familia”. Además, el aspirante es sometido a un examen sicológico en el que se examinan rasgos de su personalidad y cualidades adecuadas para ser policía, precisó Rodríguez Adorno.
Si el aspirante cumple todos los requisitos iniciales de cernimiento que lo cualifican preliminarmente para el puesto, debe completar entonces un entrenamiento de seis meses en Colegio de Justicia Criminal de la Policía de Puerto Rico, agregó.
Es esa entidad, conocida popularmente como la Academia de la Policía, la que los gradúa como policías municipales, dijo Rodríguez Adorno, quien recordó que en el caso de Morovis el cuerpo se constituyó para el 1990 y desde entonces ha estado en crecimiento y evolución profesional.
Rodríguez Adorno puntualizó que una vez son nombrados policías y comienzan sus labores, el gobierno municipal procura una adecuada supervisión de los uniformados, así como su mejoramiento profesional. Indicó que los agentes tienen que tomar también cursos regularmente en la Oficina de Ética Gubernamental, que impone “20 horas contacto de educación” continuada al personal gubernamental.
“Asisten a academias sobre ética y otros asuntos de mejoramiento profesional periódico y por ejemplo a la mitad del equipo actual se les certificará la proxima semana en un nuevo curso de tiro”, para lo cual estuvieron entrenando recientemente en un polígono, explicó el alcalde.
“Tenemos una estricta supervisión de los policías. La jerarquía está establecida por rango, con tenientes y sargentos asignados en cada turno y el Reglamento se revisó en 2008”, concluyó el ejecutivo muncipal moroveño.
A la expolicía Carrión López, de 55 años, se le señaló una fianza de $25,000, la cual no prestó por lo que fue ingresada en la Cárcel de Mujeres en Vega Alta. La vista preliminar de su caso fue pautada para el 5 de diciembre, según informó la Policía.
A Carrión López se le imputa cometer un asalto en una guagua de venta de comidas que opera a orillas de la carretera PR-155, donde le pidió un café a la propietaria, luego le exigió el dinero de las ventas del día y, como se negó a entregárselo, se levantó la blusa y le mostró un arma que tenía oculta en la cintura. Entonces la comerciante le dio $40.00 en efectivo.
Según la investigación de la Policía, la exagente también intentó cometer un robo en una gasolinera muy cercana a la guagua donde poco antes despojó a la vendedora de dinero, pero no lo logró porque las dos empleadas de ese negocio se mantuvieron encerradas en la cabina. Ante esa situación, huyó a bordo de un automóvil marca Mercedes Benz color gris.
Poco tiempo después, el agente José Alvarado Figueroa, en unión al policía municipal de Morovis, José L. Navarro, intervinieron con el vehículo sospechoso en el expreso de Ciales a Manatí, donde se puso bajo arresto a Carrión López, a quien se le ocupó un arma neumática, similar a una pistola de calibre .40, la cual presuntamente utilizó para cometer los asaltos.