Agente testifica sobre las armas que le fueron ocupadas a Jensen Medina
Mientras, hoy continúa el juicio contra el acusado de asesinar a Arellys Mercado Ríos, con la presentación en sala del testigo número 13 del Ministerio Público.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El decimoséptimo día de juicio contra Jensen Medina Cardona, acusado de asesinar a Arellys Mercado Ríos en Villa Marina Boulevard, en Fajardo, continuará hoy con el interrogatorio al testigo número 13 presentado por la fiscalía, un agente del Negociado de la Policía.
El agente Luis Ríos Camacho, de la División de Homicidios de Fajardo, comenzó a ser interrogado poco después de las 9:00 de la mañana sobre las armas de fuego que le ocuparon al acusado durante la investigación del caso.
Durante el proceso se presentaron en el desfile de prueba de la fiscalía dos pistolas calibre 9mm que le fueron ocupadas a Medina Cardona -a través de un familiar del acusado- el 22 de agosto en un domicilio ubicado en el barrio Río Cañas, de Caguas.
La defensa objetó la admisibilidad de las armas, cuestionando la cadena de custodia que se utilizó para las piezas de evidencia, particularmente cuando las mismas fueron llevadas para análisis al Instituto de Ciencias Forenses.
Trascendió por voz del agente Ríos Camacho que las armas le fueron entregadas por el agente a cargo del caso Luis Alejandro. En cambio, este último no le dio ningún recibo o documento que evidenciara el traspaso.
Además, salió a relucir en sala que el agente investigador Alejandro no le entregó las armas a Ríos Camacho “embaladas”. Este término es el que se utiliza para referirse al proceso de cubrir una pieza de evidencia -usualmente con plástico- para proteger la prueba en la cadena de custodia. Usualmente, también se rotulan.
El testigo aclaró, en cambio, que las armas sí estaban embaladas cuando las recibió por parte de Ciencias Forenses. A preguntas de la defensa salió a relucir que otro agente - no identificado- acompañó a Ríos Camacho a realizar las gestiones en Ciencias Forenses. En cambio, esta persona no es testigo de la Fiscalía, otro asunto que objetaron los abogados de Medina Cardona.
La jueza Gema González escuchó los argumentos de las partes y decidió aceptar las piezas como “pruebas condicionadas” y con la salvedad de que el individuo se convierta en testigo y esté sujeto a declarar en algún momento del proceso judicial.
De otra parte, durante el contrainterrogatorio al agente Ríos Camacho admitió a preguntas de la defensa que entre los documentos entregados en el Instituto de Ciencias Forenses aparecen unas letras HK “tachadas”. El testigo alegó que él no hizo la tachadura y desconoce quién lo hizo.
Ante lo acontecido, el abogado Jorge Gordon Menéndez preguntó al oficial -con 20 años de experiencia en la Uniformada- si el número de serie de un arma cambia si se altera alguan letra o número. “En el número de serie sí”, respondió el testigo.
Posteriormente, el Ministerio Público presentó al segundo testigo del día y el número 14 del caso, el encargado de dar mantenimiento a las cámaras de seguridad de Villa Marina Boulevard, Leimy Rivera Cintrón.
La Fiscalía puso a disposición de la defensa el testigo, a quien no interrogarían en sala. Como ha ocurrido con otros testigos, Rivera Cintrón no prestó declaración jurada.
El licenciado Gordan solicitó a la jueza que le permitiera 10 minutos en un aparte con el testigo para entrevistarlo en un área designada para estos fines en el tribunal. Tras concluida la entrevista el abogado dejó saber el interés en utilizar al testigo para un interrogatorio.
Además, la defensa solicitó al tribunal que le solicitara al Ministerio Público el sistema de grabación (Network Video Recording, NVR) que se utilizó para extraer los visuales que se entregaron como piezas de evidencia a los abogados. Además, se alegó que la fiscalía nunca entregó algún documento que informara que las imágenes fueron extraídas de un equipo externo, ni la fecha en que la gerencia de Villa Marina entregó el equipo a las autoridades.
El fiscal Eduardo Beale sostuvo que el equipo está en fiscalía y disponible para la defensa.
Tras los argumentos presentados en el tribunal la jueza cuestionó al Ministerio Público el por qué no habían entregado los documentos o puesto a disposición de la defensa el equipo NVR.
El tribunal recesó hasta la 1:30 de la tarde, horario en que la fiscalía debe buscar documentos relacionados al equipo de grabación y ponerlos a disposición de los abogados, quienes advirtieron que, probablemente, tendrán que contratar a algún perito que examine si la calidad de las imágenes o contenido de los vídeos se afectaron durante la transferencia.
Ayer los abogados de Medina Cardona -representado por Jorge Gordon Menéndez, Orlando Cameron Gordon y Jorge Gordon Pujols- adelantaron que recurrirían esta tarde a presentar ante el Tribunal Supremo un recurso de “certiorari” solicitando que no se admita como prueba una orden de compra sometida por Medina Cardona para adquirir la Dodge RAM. La transacción, aparentemente, se llevó a cabo el 3 de julio de 2019.
El documento de 15 páginas se convirtió en eje de controversia del juicio pues la jueza González determinó no admitirlo ante las objeciones que habían presentado los abogados de defensa.
En cambio, el Tribunal de Apelaciones declaró la semana pasada “ha lugar” el recurso de “certiorari” del Ministerio Público solicitando la admisibilidad del documento.
Hoy, se supone que también testificara el empleado del Sistema de Emergencias 9-1-1, Elmer Torres Rosario. En cambio, la fiscalía dijo que por “tratarse de prueba acumulativa” no utilizarían el testimonio como parte de su prueba. El Ministerio Público puso al testigo a disposición de la defensa.
Los hechos de este caso se remontan al 18 de agosto de 2019 cuando tras un confuso incidente por un celular, Arellys recibió un disparo mortal en el cuello.