“Radíquenme... que me radiquen”.

Esas palabras que dijo un día molesta Ana Cacho en agosto pasado a modo de reto al Departamento de Justicia, pero quizá dudando que se cumplieran, podrían hacerse realidad en cualquier momento.

A poco más de un mes de cumplirse dos años de la muerte de su hijo, Lorenzo González Cacho, parece que pronto se presentarán acusaciones contra los responsables de su muerte, ocurrida el 9 de marzo de 2010 en casa de Cacho, en Dorado del Mar.

En las últimas semanas, se ha visto más movimiento por parte de las autoridades relacionadas con este caso, cuando la fiscal Wanda Casiano aseguró que el caso estaba resuelto, y la semana pasada entrevistaron al padre del menor, Ahmed Alí González, y ayer entrevistaron por alrededor de cuatro horas al investigador que escribió el libro El caso Lorenzo: vivencias de un detective privado, Milton Rodríguez.

Pero cuando se le preguntó si estaban afinando detalles para poder finalmente radicar el caso, contestó: “Estamos trabajando para eso”.

Rodríguez fue contratado por Cacho y por su madre, Amneris Yvette González, como detective privado poco después de la muerte de Lorenzo para investigar qué pasó.

El detective duró poco tiempo, pero suficiente para escribir el libro y ahora ser potencial testigo en el caso que aún no se ha sometido.

Ayer salió “contento y complacido” de la entrevista que le hicieran Rafael Rosa y el agente Simón Rosa, quien entró recientemente en el caso.

“Este caso está bien claro. La verdad es una y pueden pasar 10 años... Definitivamente, lo que sucedió en la casa está ya claro y pronto se va a radicar”, manifestó Rodríguez.

Al preguntarle quién mató al niño de ocho años, dijo que “siguen siendo los mismos sospechosos”.

El Departamento de Justicia ha establecido que Cacho y su amigo Jesús Genaro Camacho son sospechosos del crimen.

“Reitero lo que ha dicho Justicia”, señaló Rodríguez.

Recordó que inicialmente fue entrevistado por los agentes que investigaron el caso en un principio, pero para entonces todavía estaba bajo contrato con la familia Cacho y apenas pudo hablar.

Ayer habló largo y tendido, e indicó que “yo vine preparado, vine a hablar y darles todo lo que tengo”, mientras mostraba un maletín.

Por su parte, el primo y abogado del padre de Lorenzo, Carlos Sánchez, también se mostró esperanzado.

“Estamos mucho más esperanzados que antes porque no tan sólo las agencias han manifestado que el caso está esclarecido, sino que las acciones coetáneas de las agencias han ido en esa misma dirección. Hay unos investigadores nuevos de la Policía que están afinando detalles, están cuadrando cositas aquí y allá, refuerzan que los sospechosos del asesinato siguen siendo los mismos, que son Ana y Genaro. Todos esos elementos te dicen que estamos en la dirección correcta”, opinó Sánchez.