La Academia de la Policía de Puerto Rico reanudó hoy, lunes, operaciones luego del cierre preventivo de sus instalaciones tras detectarse siete casos positivos al virus que produce el COVID-19.

La cuarentena comenzó el 19 de abril cuando se confirmaron los primeros casos positivos por lo que se llevaron a cabo pruebas de cernimiento masivas a los 265 cadetes, los miembros de la facultad y la población flotante que recibió readiestramiento o capacitación durante ese período, como lo establece el protocolo.

El superintendente auxiliar de Educación y Adiestramiento, coronel Francisco Rodríguez Ortiz, sostuvo que, al presente, de los seis cadetes que arrojaron positivo, cinco se incorporaron tras mostrar resultados negativos y uno se encuentra en espera de que se le entreguen los documentos que así lo certifique. También el supervisor comenzó labores hoy.

Surgió un caso nuevo, fuera de la academia, que se está atendiendo.

“En la Academia no hubo brote”, certificó Rodríguez Ortiz.

Los 265 aspirantes a policías de las academias 230 y 231 y una alumna de la 229, continuarán tomando clases presenciales con el protocolo establecido anteriormente.

Estos están divididos en 22 grupos como medida cautelar debido a la pandemia y se imparten clases a grupos de 14 estudiantes y el profesor no se mueve del área designada para mantener el distanciamiento requerido.

En octubre del año pasado ocurrió lo mismo luego de que dos cadetes y cuatro miembros de la facultad recibieron diagnóstico positivo a COVID-19.

“La academia tiene su personal docente, del Negociado de la Policía tiene otro personal que es externo, tenemos alianza con la Universidad de Puerto Rico y OATRH (Oficina de Administración y Transformación de los Recursos Humanos del Gobierno de Puerto Rico) contrata personal externo. Hay que darles el espacio de ellos para coordinar de acuerdo a su disponibilidad”, detalló Rodríguez Ortiz, al referirse también a otros recursos como fiscales y abogados.

Los cadetes comenzarán a pernoctar en las facilidades de la academia localizada en Gurabo, como lo había establecido el protocolo.

“Todos pernoctan y se redujo el número en las habitaciones; la clase 230 a tres por habitación y la clase 231 a 6 por habitación”, agregó.