La vista premilimar contra Carlos Julián Maldonado Dávila, imputado de atropellar mortalmente a la joven deportista Natalie Nickole Ayala Rivera, tomó un giro inesperado este lunes en el Tribunal de San Juan luego de que trascendiera que el juez del caso, Jimmy Ed Sepúlveda Lavergne, tuvo una relación deportiva en el pasado con el abuelo paterno de la víctima.

Así lo informó la fiscal Fabiola Acarón quien explicó en sala que advino en conocimiento el pasado miércoles de que el abuelo paterno de la occisa, identificado como Rafael “Raful” Rodríguez, fue entrenador de voleibol del juez cuando éste era adolescente.

“El estado advino en conocimiento el pasado miércoles que su señoría y un testigo, que es abuelo paterno de la joven occisa, tuvo relación con su señoría en el ámbito deportivo”, manifestó Acarón.

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Ante lo acontecido, la fiscal explicó que lo notificó al tribunal y a sus superiores en el Departamento de Justicia, ante un posible conflicto de intereses, pero adelantó que por parte del Estado no hay objeción de continuar con los procedimientos en la sala del juez Sepúlveda Lavergne.

Sin embargo, el juez quien explicó que Rodríguez fue su entrenador “hace más de 20 años” cuando tenía entre 11 a 13 años de edad, dispuso que el abogado del imputado, el licenciado Pedro Sanabria Andino, consultara con su cliente y notifique el martes, no más tarde de las 9:00 de la mañana si peticionará mediante una moción que el juez se inhiba del caso.

El abogado - que entiende que pudiera haber violaciones a los cánones de ética-, recriminó que el Ministerio Público le notificara en la vista preliminar del lunes sobre la relación que tuvo el juez con el pariente de la víctima. Sin embargo, los fiscales reiteraron que su posición era informar la situación, una que entienden no conflige con los procesos judiciales.

El juez, por su parte, admitió haber sido entrenado por el abuelo paterno de Natalie Nickole, pero afirmó que entiende que puede proseguir atendiendo el caso, pero que dejará la decisión en manos de la jueza coordinadora y la jueza administradora del Centro Judicial de San Juan de surgir una petición por parte de la defensa.

“Este juez entiende que no hay impedimento para llevar a cabo la vista preliminar... carece de fundamentos en derecho, ante mis ojos”, acotó el magistrado al advertirle al imputado que aún cuando haya solicitado que este se inhibiera, la decisión recaerá en sus superiores y el proceso continuará mañana en la sala 606 con él o con algún otro juez o jueza que designe el tribunal. El caso quedó citado para las 9:00 de la mañana y se advirtió en sala que los trabajos pudieran extenderse más allá de las 5:00 de la tarde. Se dispuso, además, que el miércoles 13 de abril también se atendería el caso.

De otra parte, el abogado Sanabria Andino dijo que necesitaría más tiempo para prepararse para el caso, luego que los miembros del Ministerio Público le informaran hoy que agregarían 10 testigos adicionales al caso, en el que ya se presentaron otros 26 testigos durante una pasada vista. En cambio, la fiscal Acarón dijo que se trata de 10 personas que no son imprescindibles para esta etapa del caso judicial, por lo que no ve tropiezos para que la vista preliminar comience de inmediato.

Asimismo, el juez recordó que según las disposiciones del Reglamento de Procesos Criminales, el caso puede continuar y se paralizaría solo si los fiscales deciden utilizar a alguno de esos 10 testigos en la vista preliminar. En ese escenario se otorgaría al abogado los cinco días dispuestos en ley para que prepare su defensa.

La Fiscalía anunció que mañana se estarían sentando al banquillo de interrogatorio a seis testigos, incluyendo a Carlos Adihl Sosa Bigio, de 23 años, quien también resultó herido durante el accidente.

El caso que enfrenta el acusado se remonta al pasado 5 de enero cuando supuestamente atropelló mortalmente a la joven mientras esta cambiaba una goma de su carro en el lado izquierdo de la rampa que conecta con la carretera PR-22, conocida como Expreso José de Diego, en dirección de San Juan a Bayamón.

La joven, de 20 años, se encontraba cambiando el neumático de la parte delantera derecha de su vehículo junto a Sosa Bigio cuando fueron atropellados por el vehículo marca BMW que supuestamente conducía Maldonado Dávila, quien se desempeñaba como director de Turismo del municipio de Barceloneta.

Al imputado se le señala de haberse ido a la fuga tras provocar el accidente. Según información investigada por la Policía, Maldonado Dávila manejaba el vehículo de motor de forma imprudente y negligente.

A consecuencia de los múltiples traumas corporales sufridos como producto del impacto, Natalie Nickole murió al día siguiente en el Hospital Centro Médico de Río Piedras. Mientras, Sosa Bigio recibió atención médica, ya que sufrió traumas en su cadera izquierda y pierna derecha.

Posteriormente, Maldonado Dávila acudió a un cuartel para radicar una querella en la que alegaba que alguien le había chocado su guagua, a la que le falta un espejo retrovisor y presentaba otros daños en la carrocería y un foco.

El imputado enfrenta tres cargos: uno menos grave y dos al amparo del Artículo 5.07 de la Ley 22 del 2000 conocida como Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico, por causarle la muerte a la víctima y lesiones físicas a Sosa Bigio. El hombre está libre bajo fianza luego de prestar una fianza diferida de $100,000.