Abogados intentan minimizar participación de clientes en la masacre familiar de Guaynabo
El único sobreviviente, de 13 años de edad, se enfrentó a las preguntas de los letrados por alrededor de cinco horas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Los abogados Mayra López Mulero y Orlando Cameron Gordon procuraron minimizar hoy, viernes, la participación de sus respectivos clientes en los asesinatos de cuatro miembros de una familia en Guaynabo, durante el contrainterrogatorio al único sobreviviente del horrendo crimen.
Sin embargo, el menor de 13 años, que se enfrentó a las preguntas de los abogados por espacio de unas cinco horas, se mantuvo firme en que José Luis Bosch Mulero y Christopher Sánchez Ascencio participaron en el asesinato de su papá, Miguel Ortiz Díaz; su mamá, Carmita Uceda Ciriaco; su hermano, Michael Ortiz Uceda y su abuela, Clementina Ciriaco López.
López Mulero es la abogada defensora de Bosch Mulero, quien es hijo adoptivo de una pariente de la letrada. Cameron Gordon, por su parte, representa a Sánchez Ascencio.
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En la continuación de la vista preliminar, que preside la jueza Sylvia Díaz Solla, del Tribunal de Bayamón, el niño declaró mediante sistema de circuito cerrado que vio por primera a Bosch Mulero la noche que llegó a su casa en Guaynabo a asaltar a su familia.
A preguntas de la licenciada López Mulero, dijo que la relación entre su papá y Sánchez Ascencio "era mala" porque el hombre que alquiló una propiedad de su familia "a veces se le olvida pagar la renta".
Tratando de establecer que Sánchez Ascencio era la figura principal del crimen, la abogada llevó al joven a repetir que la noche del 17 de noviembre de 2014 Sánchez Ascencio llegó a la casa donde residía con su familia para pagar la renta.
El menor contó que jugaba con su hermano mayor en el cuarto de vídeo juegos del primer piso, pero que se asomó a la puerta de entrada cuando sus progenitores despedían a Sánchez Ascencio y escuchó a su padre decir: "Christopher, chico, no hagas esto, por favor".
López Mulero resaltó la insistencia de Bosch Mulero en acumular objetos como parte de un asalto y para sugerir que Sánchez Ascencio participaba del plan del atraco, y acentuó que mientras los miembros de la familia le entregaron a Bosch Mulero sus celulares y dinero, el coimputado no entregó nada.
Además, llevó al menor a decir que Bosch Mulero dijo en "varias" ocasiones a los miembros de su familia que se quedaran tranquilos y que no tenía intención de hacerles daño.
El menor reconoció que cuando su padre dijo "me quieres matar", estaba solo con Sánchez Ascencio porque Bosch Mulero se encontraba con los otros miembros de la familia en otro cuarto.
Pese a que la abogada insistió en que el menor no había visto a ninguno de los imputados disparar porque se había tapado los oídos y cerró los ojos, el testigo apuntó que al abrir los ojos luego de escuchar "una" detonación, observó a Bosch Mulero apuntado su pistola hacia el cuerpo ensangrentado de su mamá y a Sánchez Ascencio apuntado otra arma "silver" hacia el cuerpo ensangrentrado de su abuela.
"Yo vi que (Bosch Mulero) estaba apuntando (a mi mamá), con el arma negra que aguantaba con ambas manos.
"Cuando escucho el tiro mi mamá cae encima de mí y cuando abro los ojos veo el arma apuntando", agregó en otro momento.
También declaró que ambos imputados usaron guantes durante el crimen.
Al inicio del contrainterrogatorio del licenciado Cameron Gordon, el menor respondió que había ensayado su testimonio con el Ministerio Público.
"He practicado... con los fiscales", señaló.
"Una vez", añadió sobre la cantidad de veces.
El menor, que habla con un español matizado con acento inglés, también dijo que en un momento del asalto Bosch Mulero encañonó a Sánchez Ascencio, quien caminó hacia otro cuarto con las manos arriba.
Además, Cameron Gordon preguntó al menor sobre el comportamiento de Sánchez Ascencio mientras estaba acostado en el suelo con su familia.
El niño repitió que Sánchez Ascencio sacó su celular para llamar a la Policía, pero que su hermano lo detuvo, y que en otro momento, trató de huir.
"Christopher estaba como sonriendo en un momento", afirmó el menor sobre su comportamiento durante la trágica noche.
"¿Escuchaste a Christopher decir en algún momento que no quería hacer esto?", preguntó el abogado.
"Sí", contestó el testigo.
El niño, sin embargo, entró en contradicciones sobre cuál de los dos imputados fue él que le dijo que no quería "estrillarle" el cuello cuando ambos imputados tomaron turnos para tratar de estrangularlo.
En una movida inusual, la licenciada López Mulero objetó en 15 ocasiones la línea de preguntas de Cameron Gordon. Mientras, los fiscales Janet Parra Mercado, Miguel Alameda Ramírez y María del Mar Ortiz Rivera casi no hicieron objeciones.
Durante la vista, Bosch Mulero se mantuvo atento al monitor que proyectaba la imagen del menor declarando. Sánchez Ascencio, por su parte, solo observó parte del testimonio. En ocasiones, paseó la mirada por la sala o fijó la mirada en el piso.
La vista comenzó con una intervención de la licenciada López Mulero para alegar que la jueza Díaz Solla no era imparcial y que había prejuzgado la causa.
También indicó que pediría su inhibición del caso.
La vista preliminar continúa el lunes, pese a que la togada había anunciado su intención de acabar el proceso este viernes porque la licenciada López Mulero informó que tenía migraña.