Los tres adolescentes que fueron rociados con gas pimienta sin mediar palabra y sin aparente razón por el agente José Ramos Colón podrían sentarse hoy en la silla de los testigos a declarar en su contra por dos cargos de agresión.

Brandon Figueroa, de 12 años, reafirmó que estaba jugando a la lucha libre con su compañero de clases, Michael Rivera, de 13, mientras su amigo Derick Negrón, de 14 años, los filmaba en vídeo el pasado 21 de abril en la plaza pública de Cidra.

Brandon destacó que se tomaban un vídeo “para después verlo y reírnos”

“Me sentí asustado. Yo salí corriendo y menos mal que mis amigos me agarraron porque me pudo haber aplastado un carro. Por el ardor, estaba asfixiado porque me cayó en la boca. No sabía lo que estaba pasando”, dijo el estudiante de la escuela Jesús T. Piñero.

Su madre, Brenda Rodríguez, destacó que “lo peor es verlo (al imputado) aquí, sonriente, que no ha pedido disculpas y se burla, pero podemos estar un año aquí, seguiremos hasta que se haga justicia”.

La vista estaba pautada para ayer, pero la jueza Sylkia Carballo Nogueras, del Tribunal de Caguas, la reseñaló para hoy, dado a que el abogado Manuel Grant se excusó por tener una situación familiar.