Apenas falta un testigo para que termine el desfile de prueba por parte del Ministerio Público en el juicio contra el ex alcalde novoprogresista de Cataño Wilson Soto.

El fiscal especial independiente (FEI) César López Cintrón informó que Ramón Grille será el último testigo de cargos, pero podría ser intervenido quirúrgicamente, por lo que se dejó pendiente la fecha de continuación del juicio.

Ayer testificaron dos personas que gestionaron conseguir los gallos de pelea que eventualmente se alega llegaron a manos del entonces alcalde el 29 de marzo de 2005 por parte de Grille y su socio, Orlando Rivera, de Oram Engineering.

La jueza Vivian Durieux, del Tribunal de Bayamón, escuchó a Elsie Grille, quien relató que su hermano le solicitó unos gallos de pelea en marzo de 2005 y ella se los pidió a su novio, Marcos García, quien se dedicaba a la casta y el cuido de gallos y se los entregó en su oficina dos semanas después.

A preguntas del FEI Francisco San Miguel, la testigo dijo que era contable de Oram Engineering, que fue contratada por el Municipio para recoger escombros tras el paso de la tormenta Jeanne y se alega que dio aportaciones ilegales a la campaña electoral de Soto.

“Solamente me indicó que eran para regalarlos”, dijo Grille al abogado Harry Padilla, pero desconocía a quién y no conoce a Soto.

García testificó que le regaló los gallos a su novia. Cada uno costaba $200 y todavía eran pollos porque no habían peleado y no les había cortado las espuelas, pero sí la cresta.

No conocía a Soto, pero lo vio una vez en la gallera, donde le decían “el Callao”.

Soto no emitió comentarios y estaba con su esposa Elizabeth González, quien se sienta en primera fila en sala, con un rosario blanco entre sus manos.