Pablo Casellas Toro deberá comparecer hoy al tribunal federal en Hato Rey, donde enfrentará una acusación en tres cargos por ofrecer falso testimonio a las autoridades relacionado a un “carjacking”.

El otrora corredor de seguros fue sentenciado ayer en el tribunal de Bayamón a cumplir 109 años de prisión por el asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón.

En la vista, a efectuarse a las 10:30 a.m. en la sala número 2 del edificio federal, está pautado verse el proceso inicial, la vista de fianza y la lectura de acusación en su contra.

El acusado será trasladado en la mañana desde la sección 501 de la cárcel regional de Bayamón, al tribunal federal para la vista, que se pronostica será de corta.

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La vista inicial o de comparecencia dura pocos minutos dado a que el juez se limita a informarle al acusado cuáles son los cargos que se le imputan.

En este caso, son tres cargos por proveer información falsa a agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) al indicar que fue víctima de un “carjacking” en el que le robaron dos armas de fuego.

El pliego acusatorio emitido por un gran jurado el 10 de abril de 2013, detalla que Casellas Toro “ofreció testimonio falso” al alegar que el 17 de junio de 2012, fue víctima de un robo a mano armada por dos individuos que supuestamente dispararon el cristal trasero de su vehículo y lo hirieron de bala en un brazo para robarle su carro.

Sin embargo, según la acusación, el convicto pretendía “crear la falsa impresión de que fue víctima de un crimen” para alegar que le robaron dos armas, que luego fueron recuperadas, una de ellas en su hogar y la otra fue el arma homicida en el caso de Paredes.