Frances Marie Acevedo Ceballos, quien llegó a ser durante el cuatrienio del 2017 al 2020 una de las empleadas mejores pagadas de la Cámara de Representantes por realizar labores como “recepcionista-secretaria” en la oficina de la exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier, cumplirá tres años y un mes de prisión (37 meses) por haber aceptado un sueldo de $8,000 mensuales a cambio de pagar sobornos a su entonces jefa. También deberá cumplir con tres años de libertad supervisada.

La sentencia fue dictada en la tarde de este viernes por la jueza federal Silvia Carreño Coll, del Tribunal federal de Distrito en Hato Rey, a casi cuatro meses de que la mujer levantara las manos y se deshiciera de una docena de cargos para aceptar culpa por un solo cargo de “soborno relacionado con programas que reciben fondos federales”.

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Durante su llegada al tribunal federal, Acevedo Ceballos, de 35 años, mantuvo silencio. En la espera a escuchar la sentencia, dentro de una fría sala judicial, se le percibió ansiosa. Se balanceaba de lado a lado sin parar. Le acompañaban varios familiares.

Una vez comenzó la vista judicial y previo a conocer la pena impuesta, la mujer llorosa se paró ante el estrado a escuchar la discusión que se dio entre la jueza y las partes sobre su caso. En algunas ocasiones, se pasaba las manos por la cara. Continuó moviéndose de lado a lado sin parar.

Ahogada en llanto, Acevedo Ceballos dijo que tenía que leer sus expresiones, pero que las mismas venían del corazón.

Dijo que la conducta que se le describió en el juicio contra Charbonier Laureano no fue la correcta.

“Por semanas escuché mi nombre con un mal pensar que no me corresponde, que creó una implicación y una conducta negativa sobre mí”, precisó.

Se dirigió a la jueza, como mujer, al hacerle un llamado a conocerla antes de juzgarla.

“Vivimos en un mundo en el que el más listo es el que reina”, comentó, al redirigir sus expresiones a los hechos.

Dijo que imaginaba “un futuro muy distinto al que estoy pasando. Nunca me imaginé estar esposada”, decía casi inentendible por las lágrimas.

“Estoy aquí por malas deciones, por no saber decir que no. Con mi alma hecha pedazos, acepto mi culpablilidad. Arrepentida, porque mi interés no era lucrarme de nada, porque a quien estaba ayudando era importante para mí”, expresó, al indicar que la manipularon para participar en este esquema.

Achacó culpa a su amante y quien divulgó a los federales el esquema ilegal, Jonathan Alemán, como el que la impujó a este esquema. Lo describió como “un lobo vestido de oveja”.

“Mi error fue dejar que una persona, un lobo vestido de oveja, entrara a mi mente. Se aprovechó de mí y de mi buen corazón. Me siento como si me hubiera usado, torturado y dejado tirada a morir”, alegó sobre el hombre que no asumió ninguna responsabilidad por lo acontecido, ya que colaboró en la investigación federal.

“Les pido perdón por hacerle pasar por este oscuro y amargo proceso”, le indicó a sus familiares, previo a dejar su suerte en las manos de la jueza Carreño Coll.

La madre de Acevedo Ceballos, Regina Ceballos, también habló en corte abierta a favor de su hija antes de ser sentenciada.

“Solo quiero enfatizar quién es Frances Acevedo Ceballos. Frances es mi primera hija, de tres hijos, y por ser la mayor siempre estuvo pendiente de sus hermanos. Cuando yo no estaba, ella era la figura materna que ellos (sus hermanos) veían”, indicó la mujer.

Comentó que su hija estudió con mucho sacrificio. “Frances superó todo obstáculo y todo fue por su deseo de la persona que ella quería convertirse como profesional y ser humano. Hoy todos esos sueños y metas se detienen”, dijo.

Aludió a que su hija fue valiente al aceptar la culpabilidad del caso que se le imputó, de pagar sobornos a la exrepresentante Charbonier.

“Será juzgada por personas que no la conocen y es mi interés darle a conocer quién es Acevedo Ceballos. Frances es una mujer dada, dulce y cariñosa. Siempre con la disponibilidad de ayudar a otros y como hemos visto sin medir consecuencias. Hoy es juzgada por confiar y creer y ser leal a aquellos que no lo merecían. Hoy todos sus sueños se detienen”, manifestó la madre, mientras lloraba y resaltaba lo orgullosa que se sentía de ella.

Tanto Acevedo Ceballos como sus familiares presentes en sala lloraban desconsoladamente al escuchar las palabras de la madre.

“Conozco su corazón, sus frustraciones, pero más que todo, lo arrepentida que está de lo que pasó”, concluyó.

Abogado pidió pena mínima

La discusión inicial giró en torno a que el abogado de la convicta, Benito Rodríguez Massó, solicitó una pena menor a la reclamada por la Fiscalía federal, de cómo mínimo 30 meses de prisión o dos años y medio, ya que su clienta se declaró culpable.

La Fiscalía federal había solicitado 46 meses de cárcel -o lo que representa tres años y 10 meses bajo confinamiento- contra Acevedo Ceballos por haber “robado más de $100,000 al gobierno de Puerto Rico”, para pagarle sobornos a la convicta exrepresentante, según surge del memorando de sentencia radicado en el expediente de Acevedo Ceballos.

Ante la controversia por la pena, la fiscal federal Kathryn E. Fifield expuso en sala que Acevedo Ceballos “fue una parte esencial del esquema” de soborno que ocurrió en la oficina de la exrepresentante Charbonier Laureno.

“Ella participó activamente y fue una facilitadora... No expresó la contrición necesaria para el daño realizado”, expuso la fiscal.

La jueza le preguntó si Acevedo Ceballos se benefició del dinero hurtado. La fiscal respondió que ella accedió a formar parte de un esquema ilegal y debe aceptar las consecuencias.

Rodríguez Massó, por su parte, aludió a que su clienta expresó preocupación por el salario que tenía, ya que tendría que pagar contribuciones.

“Era frágil y manejable”, según describió a la convicta en medio del esquema.

“Ella no es una criminal”, repitió en varias ocasiones. “Frances es una buena persona..., una buen ciudadana”.

Dijo que el dinero hurtado era la “presupuesto de la oficina” legislativa, no para otros fines.

Al final de la vista, el abogado de Acevedo Ceballos pidió que se considerara una prisión en el estado de Florida para extinguir la pena impuesta, pero la jueza recomendó que buscara otra opción donde no tuviera restricciones severas. La magistrada sugirió una cárcel en Connecticut.

La convicta quedó en libertad bajo las mismas condiciones de la fianza hasta que se le informe la prisión en la que será recluida.

El esquema

Según trascendió durante el juicio federal contra Charbonier Laureano y su esposo, Orlando Montes Rivera, a Acevedo Ceballos se le infló el salario en varias ocasiones hasta llevarlos a $8,000 mensuales para que esta devolviera a la familia entre $1,000 a $1,500 bisemanales. Se alude que, bajo este esquema de comisiones ilegales (kickbacks), la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020, los cuales no reportó como devengados ni en sus planillas contributivas, ni en sus informes éticos.

Muchas de las transacciones las realizó Acevedo Ceballos al acudir directamente al banco a depositar el dinero en la cuenta del matrimonio. También los transfirió por ATH Móvil, dejando claro con un mensaje que el dinero era “De Tata” o “Para Tata”.

Por los delitos cometidos en este esquema, Charbonier Laureano y Montes Rivera fueron encontrados culpables por un jurado el pasado 12 de enero. Está previsto que sean sentenciados el próximo 10 de abril.

La Fiscalía federal dejó claro en el expediente judicial de la exempleada legislativa que la imputación en su contra fue de haber robado esos $100,000 al gobierno de Puerto Rico para pagar los sobornos a su exjefa. Por los hechos, Acevedo Ceballos se declaró culpable el pasado 7 de noviembre.

Además, la Fiscalía federal reprochó en el memorando de sentencia que radicó contra Acevedo Ceballos que, “aunque, nominalmente, ha aceptado la responsabilidad por el delito en que se declaró culpable, las declaraciones de Acevedo sugieren que ella todavía tiene que apreciar plenamente el impacto material de su conducta. Acevedo lamentó haber sido demasiado ‘confiada’, pero no expresó arrepentimiento significativo en su papel en la apropiación de fondos públicos. Además, Acevedo ha trató sistemáticamente de desviar a los investigadores y a la Corte en cuanto al rol de Charbonier en el esquema”.

La exrepresentante María Milagros "Tata" Charbonier Laureano y su esposo Orlando Montes Rivera.
La exrepresentante María Milagros "Tata" Charbonier Laureano y su esposo Orlando Montes Rivera. (Nahira Montcourt)

En el juicio contra Charbonier Laureano, que se realizó entre diciembre y enero pasado, el nombre de Acevedo Ceballos resonó en múltiples instancias. Sin embargo, la exempleada no figuró como testigo. En cambio, la Fiscalía federal usó un audio de una llamada telefónica grabada mediante la intervención del exdirector de la oficina legislativa, quien era su amante y sirvió de cooperador con el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés), Jonathan Alemán, para hacer constar los delitos cometidos.

Tal llamada ocurrió el 12 de julio de 2020, un día después que el FBI entrevistara a Acevedo Ceballos.

“Ellos (FBI) lo saben todo, todo, todo”, se le escuchó decir a la exempleada legislativa, al hablar de los $1,500 que transfería cada dos semanas a Charbonier Laureano.

Trascendió que durante la visita del FBI al apartamento de Acevedo Ceballos esta pidió permiso para ir al baño, pero lo que hizo fue solicitar el teléfono móvil de la persona con la que compartía la vivienda para llamar a Montes Rivera y alertar a la exlegisladora de la investigación federal. Se alegó que en tal llamada Charbonier Laureano habría instruido a su entonces empleada cómo responder a las preguntas. Además, una de las testigos, Sheila Mangual, afirmó que lo que hizo la ahora convicta fue achacarle la responsabilidad a Alemán y a ella, quien fue directora de la oficina legislativa de verano de 2019 a verano de 2020.

Por otro lado, una analista del FBI, Belinda Soars, testificó en el juicio contra la exlegisladora y su esposo cómo recurrentemente se le aumentó el salario de Acevedo Ceballos para que pudiera pagar los sobornos.

Según la información ventilada, Acevedo Ceballos ganaba un salario neto promedio de manera bisemanal, tras las deducciones, de $755 en el 2013, de $810 en el 2014, de $848 en el 2015 y de $926 en el 2016. Pero, en el 2017, cuando el Partido Nuevo Progresista al que pertenecía Charbonier Laureano estaba en mayoría, pasó a cobrar $2,564 bisemanal.

Para el 2018 el salario de Acevedo Ceballos era de un promedio de $2,768 bisemanales. Los aumentos continuaron de manera recurrente hasta que en el 2020 ganaba un salario bisemanal de $2,873.

De este salario devengado, la exfuncionaria se quedaba con alrededor de $1,200 y transfería alrededor de $1,500 a Charbonier Laureano.

Una amiga de la ahora convicta y quien es compañera del también convicto exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado, Roxana Sifre Maldonado, testificó que Acevedo Ceballos tenía múltiples problemas por el salario inflado que recibía, ya que le acumuló una alta deuda con el Departamento de Hacienda.

Trascendió durante el juicio que Charbonier Laureano y su esposo usaban el dinero que recibieron en sobornos para pagar sobre $300,000 en deudas que tenían con el Servicio de Rentas Internas Federal y sus préstamos estudiantiles.

El cuarto acusado en este caso lo fue el hijo del matrimonio, Orlando Montes Charbonier. Este recibió por un periodo las transferencias que hacía Acevedo Ceballos a través de ATH Móvil.

El joven se libró de ir a juicio ya que se acogió a un programa de desvío, en el cual tendrá que aceptar un grado de responsabilidad y cumplir ciertos criterios que le impondrán. Cuando sean cumplidos, se le desestimarían los cargos.