La jueza Geisa M. Marrero Martínez, del Tribunal de San Juan, determinó causa para arresto por los delitos de maltrato de personas mayores y violación a la Ley de Armas, contra Emanuel Díaz Cruz, de 29 años, natural de Gurabo, quien confesó que fue quien agredió presuntamente con un candado a una octogenaria durante la tarde del 5 de mayo en la avenida Juan Ponce de León en Santurce.

El imputado será ingresado en el Complejo Correccional de Bayamón al no prestar una fianza de $100,000.

La jueza reclasificó el delito de tentativa de asesinato por el de maltrato de persona envejecientes.

La Fiscalía evaluará si recurre en alzada ante la determinación de la togada.

“La cooperación de la ciudadanía fue medular en este caso para poder dar con la persona responsable de este vil acto que causó gran indignación. Una vez identificado, ahora será procesado y deberá enfrentar las consecuencias de sus actos ante el tribunal”, expresó en declaraciones escritas a la prensa la secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez Garced.

La vista preliminar fue señalada para el 24 de mayo.

Pasado el mediodía Díaz Cruz fue hasta el Centro Metropolitano de Investigaciones y Denuncias en Hato Rey donde se juramentó su declaración jurada con la admisión de los hechos.

Posteriormente, tras prestar su testimonio la víctima del ataque, Raquel Ojeda Agosto, de 81 años, sufrió un percance de salud y fue necesario que recibiera asistencia de paramédicos.

El individuo ha levantado la defensa de que es un paciente mental lo cual tendrá que demostrarse durante las próximas vistas judiciales. 

Los agentes de la División de Inteligencia Criminal de San Juan dieron con el paradero del individuo, ya que otras personas sin hogar que pernoctan en edificios abandonados del sector les manifestaron que desde el día de los repudiables hechos uno de los habitantes no aparecía y que este frecuentaba a una persona en el área turística.

Luego de varias rondas, a eso de las 7:20 p.m. de ayer, lunes, dieron con un hombre que tenía la misma descripción física del sospechoso por lo que fue detenido y durante el interrogatorio confesó que mientras estaba sentado sobre la verja las voces le hablaron golpeando a la anciana. 

“Lo detienen para investigación al llegar al CIC proceden a leerle las advertencias de ley donde él confiesa todos los hechos”, confirmó la comandante Mayda Ortiz, directora del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC), quien agregó que el arrestado tiene problemas de adicción a sustancias controladas.

El 18 de enero del 2018, Díaz Cruz, fue denunciado porque tocó con sus manos el busto de una mujer en un restaurante de comida rápida localizado en la Avenida Roberto Clemente en Carolina.

Éste se declaró culpable el 25 de junio del año pasado por un caso de actos lascivos siendo sentenciado a seis meses de cárcel. Como delito fue reclasificado al de agresión no aparece en el registro de Ofensores Sexuales.

Como evidencia se ocupó el abrigo negro, que desechó en la huida y un candado, con el que pudo haber golpeado a la octogenaria. Ambas piezas de evidencias serían analizadas como parte de la pesquisa.

Las imágenes de la agresión que ha consternado al país fueron captadas por vídeos de seguridad donde se le observa el ataque a Raquel Ojeda Agosto, de 81 años, por la parte posterior de la cabeza mientras caminaba por la acera cargando unas bolsas cayendo a orillas de la carretera.

La víctima se intentó levantar y fue golpeada nuevamente hasta quedar sobre el pavimento en medio de uno de los carriles de la avenida.

Como producto de la salvaje agresión la octogenaria que mide unos cuatro pies y medio, y pesa 90 libras, le diagnosticaron tres heridas abiertas, un en la parte superior y dos en la parte posterior de la cabeza, lo que requirió que le tomaran 24 puntos de sutura y una laceración en un dedo de la mano derecha.

El caso es investigado por la agente Yahaira Muñoz Berríos, de la Policía Municipal de San Juan, adscrita a la División de Homicidios de San Juan. 

Durante la madrugada del lunes, otro deambulante fue arrestado, pero quedó en libertad ya que los testigos entrevistados no aportaron información suficiente para identificar al detenido y poder someterlo a una rueda de confrontación.