Ponce. El juicio por jurado contra el ex agente Guarionex Candelario Rivera por los asesinatos de tres policías, suscitados en diciembre del año pasado en la Comandancia de Ponce, entra hoy a su etapa final.

El Ministerio Público y la defensa presentarán sus informes finales ante el jurado, compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, a partir de las 9:00 a.m. en la sala 505 del Tribunal de Ponce.

Luego, la jueza Carmen Otero Ferreiras impartirá las instrucciones al jurado y estos se irán a deliberar.

Candelario Rivera está imputado de matar a balazos al comandante Frank Román Rodríguez, la teniente Luz M. Soto Segarra y la agente Rosario Hernández de Hoyos, luego de restringirles la libertad en una oficina del sexto piso de la Comandancia de Ponce el 28 de diciembre de 2015.

Contra él pesan tres cargos de asesinato en primer grado, tres cargos de restricción ilegal agravada y cuatro violaciones a la Ley de Armas. Un cargo menos grave de falta amenaza le fue archivado.

Los fiscales Sharleen Rosa de Jesús e Idelfonso Torres Rodríguez representan al Estado. Mientras, los abogados Donald Milán Guindín y Armando Pietri componen la defensa de Candelario Rivera.

Este juicio comenzó el 15 de marzo con la selección del jurado, proceso que se interrumpió para que la psiquiatra del Estado, Yamilka Rolón, evaluara al acusado. Luego se determinó que era procesable.

El jurado quedó constituido el 18 de julio y el 23 de agosto inició el desfile de prueba. El Ministerio Público sentó a declarar a 14 testigos, mientras la defensa utilizó tres.

La semana pasada, en el tramo final del juicio en su fondo, los abogados plantearon una defensa de incapacidad mental, por voz del psiquiatra Víctor Santiago Noa, para tratar de demostrar que el acusado es inimputable. Como perito de refutación, los fiscales llevaron como testigo al psiquiatra Raúl López Menéndez.

Santiago Noa indicó que el día de los crímenes Candelario Rivera se encontraba bajo los efectos de la benzodiazepina, un fármaco que desinhibe y provoca reacciones violentas en algunas personas. Además, señaló que era depresivo y psicótico, que tenía múltiples problemas laborales y que haber sido rearmado luego de 10 años abrió las puertas para un incidente violento.

López Menéndez, por su parte, afirmó que Candelario Rivera tiene trastorno de personalidad mas no es psicótico, por lo que no cumple con los criterios de inimputabilidad. Agregó que tiene tendencias narcisistas, que es antisocial, que tiende a manipular el sistema y que es muy poco probable que el día de los asesinatos estuviera intoxicado con benzodiazepina porque no hubiera podido estar en pie.