El juez federal José A. Fusté impartió en horas del mediodía las instrucciones a las siete mujeres y cinco hombres del jurado previo a irse a deliberar y decidir si condenan a Xavier "Xavi" Jiménez Benceví a cadena perpetua o a la pena de muerte.

Esta mañana, la fiscalía federal solicitó el castigo de la pena capital tras resumir que el convicto por el asesinato de la informante federal Delia Sánchez Sánchez, también asesinó a Eduardo Cabrera en el 2007, tiroteó a tres agentes de la Policía en 2010 e hirió a 11 personas en un incidente ocurrido en el Victory Shopping Center de Bayamón en el 2011.

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"Es vergonzoso. Todos los actos, toda la evidencia. Llegó el momento para que el acusado enfrente las consecuencias por sus actos y requiere una sentencia de pena de muerte", expresó el fiscal José Capó.

"El niño triste que pinta la defensa era un líder, un temible líder", agregó.

Destacó que aunque sus 14 hermanos sufrieron el mismo maltrato por parte de sus padres y crecieron en el mismo lugar y estudiaron en la misma escuela, una de sus hermanas ahora trabaja en un laboratorio, otra es cocinera.

"El tomó sus propias decisiones. Tuvo muchas opciones en su vida", señaló Capó.

"Hablando de hacer lo correcto, ¿él hizo lo correcto cuando mató a Eduardo Cabrera? ¿Hizo lo correcto cuando mató a Delia Sánchez Sánchez? ¿Hizo lo correcto cuando tiroteó a tres agentes de la Policía? ¿Hizo lo correcto cuando tiroteó en un centro comercial e hirió a 11 personas? Esa es la pregunta", destacó.

"La única pena justa basada en quién es y lo ha hecho es la pena de muerte... Él es violencia, él es muerte", señaló por su parte el fiscal James Dennis Peterson.

Jiménez Benceví, de 28 años, escuchaba con la frente en alto, pero mirando al piso.

Por su parte, el abogado John Martin comenzó su informe diciendo que estaba "nervioso, asustado" al defender a un acusado que enfrenta la pena de muerte, por si no trajo suficiente evidencia o si se le quedó algo.

"Si deciden que vida en prisión es suficiente castigo dado a todo lo que han escuchado aquí, es lo correcto. Lo sentirán en su alma. Por favor, hagan eso", indicó Martin.

Destacó que "la justicia es importante, pero la justicia sin compasión no es justicia" al recordar la trágica y triste vida que vivió el convicto, a quien su padre lo amarraba con un cable, le pegaba y usaba sustancias controladas frente a él y sus hermanos, además de que le decía "bastardo" y "niña" porque lloraba mucho. Mientras, su madre le enseñaba a robar si quería comer o tener efectos escolares.

"No hay duda de que este joven necesita ser sacado de la sociedad y ser encarcelado en una prisión de máxima seguridad. Y eso es justicia. Esto no se trata de cuánto cuesta mantenerlo en la cárcel ni mandar un mensaje a nadie. No se trata de eso. Es sobre esta persona, su vida, su historia", añadió Martin.

"Él va a pagar por todo lo que hizo. No hay duda de eso. La pregunta no es si merece morir, la pregunta es si nosotros merecemos matarlo", indicó el abogado.

"En este caso en particular, con este acusado en particular, la única setencia justa no es la muerte", concluyó Martin.

Acto seguido, el juez impartió las instrucciones al jurado, que luego se irá a almorzar y a comenzar a deliberar.

En sala, no habían familiares del convicto ni de la víctima. Sí habían varios fiscales y abogados, además de tres religiosos que se mantenían pendiente al caso por estar en contra de la pena capital.

"Entendemos que la voz de Dios y del pueblo de Puerto Rico coincide en que no se debe decidir por la pena de muerte en ningún caso. La pena de muerte no ha resuelto nada y queremos afirmar ese principio", dijo el pastor metodista Héctor Soto, del Concilio de Iglesias de Puerto Rico, quien estaba con los también pastores metodistas Carmelo Tosado y Rubén Rivera.

Jiménez Benceví fue encontrado culpable por asesinar a Sánchez Sánchez el 21 de junio de 2010 porque ésta lo iba a entregar a las autoridades por sus vínculos con el narcotráfico.