El pediatra Antoliano Torres Rodríguez fue sentenciado hoy, jueves, a cumplir 60 años de prisión por matar a Emmanuel Díaz Chávez, a quien el convicto le quitó la vida porque alegadamente no cooperó en el esclarecimiento del asesinato de su hijo -que era amigo de la víctima- en el 2010.

"Siempre fui un hombre bueno", se limitó a decir Torres Rodríguez previo a que el juez José Ramírez Lluch, del Tribunal de Bayamón, lo sentenciara.

Sus expresiones causaron que algunos familiares de la víctima se rieran en sala, mientras la madre del joven se mostró molesta con sus palabras.

"Ese hombre no tiene corazon", manifestó Coraly Chávez a su salida de la sala. "Es tan egoista que no se ha enmendado de la barbaridad que cometió. Mi hijo era como un hermano de su hijo. Ese muchacho era maltratado por su padre todo el tiempo. En mi casa se le dio amor y apoyo. Ese señor siempre fue un maltratante. Nada me va a devolver a mi hijo, pero no me puedo desquitar contra el mundo por ese... ser que me quitó a mi hijo".

Torres Rodríguez asesinó a Díaz Chávez e hirió de bala a Luis Gabriel Cortés Cabán por entender que ninguno cooperó en la pesquisa del asesinato de su hijo, Alan Alfonso Torres Tomassini, ocurrido en junio de 2010 en Cupey. Este caso todavía no se ha esclarecido.

 Los hechos por lo que se sentenció hoy a Díaz Chávez ocurrieron el 16 de enero de 2011 en la urbanización Cambridge Park, en Río Piedras, donde residían tanto las víctimas como el victimario. El galeno asesino a Díaz Chávez e hirió a Cortés Cabán mientras estaban en la calle de dicho lugar. Según testigos, el pediátra caminó hasta donde se encontraban y les disparó a los jóvenes.

Un jurado había encontrado culpable a Torres Rodríguez en junio pasado por asesinato en segundo grado -aunque la acusación era de primer grado-, tentativa de asesinato y varias violaciones a la Ley de Armas.

El juez impuso las penas fijas de 20 años del asesinato en segundo grado, 10 años por la tentativa de asesinato, y 30 años por tres articulos de Ley de Armas. Aclaró que la fiscalía no solicitó agravantes y la defensa no presentó atenuantes.

Al escuchar la sentencia, el convicto se mantuvo cabizbajo. Vestía uniforme de preso color mostaza y estaba esposado de manos y pies. El hombre está cumpliendo en el Hospital de Psiquiatría Correccional.

Al salir de sala, el fiscal Fleming Castillo -quien representó al Ministerio Público junto con Betzaida Quiñones y Sergio Rubio- indicó que "un hombre que mata a un ser humano dice ser un hombre bueno, pero es tan egoista porque, no por el hecho de que asesinen a su hijo tiene que asesinar al mío".

Cuando se le preguntó sobre el estado mental del hombre de 65 años, quien se ve deteriorado físicamente, el fiscal ripostó: "Póngalo en la calle, se afeita, se pone un bikini y se va en una lancha".

El abogado Peter Díaz repudió el comentario del fiscal.

"Condeno las expresiones del fiscal Fleming Castillo. Está fuera de lugar. Él fue un médico por 40 años y le salvó la vida a muchos niños. El efecto de perder a su hijo, aun sufre los estragos de esa muerte", dijo Díaz, quien representó a Torres Rodríguez con Antonio Sagardia, quien no compareció a la lectura de sentencia por estar fuera del país, según se informó.

Díaz recalcó que evaluará si somete una moción de reconsideración con atenuantes, ya que dijo que el informe presentencia fue positivo para su cliente y recomienda que cumpla la pena en el Hospital Psiquiátrico Correccional.

Familiares del convicto se mostraron afectados y prefirieron no hablar con los medios.