Muere niña de dos años en otra masacre
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Guerra entre narcos deja el saldo de otra masacre.
Una pequeña de dos años, su padre y un adolescente de 16 años se convirtieron ayer en las víctimas fatales de la segunda masacre del 2009, ocurrida en la intersección de las carreteras 863 y 819, en el barrio Pájaros de Toa Baja.
El hermanito de la niña tiene tres años y recibió, igual que su mamá, heridas de bala en la cabeza. Ambos fueron recluidos en el Centro Médico en condición de cuidado.
Uno de los presuntos participantes de la sangrienta masacre también fue entubado en la misma institución hospitalaria en condición de gravedad.
La emboscada ocurrió a las 4:15 de la tarde. Alexis Olivo Marrero, de 25 años, alias “Alexis el Loco” y vecino del sector Villas del Río en Toa Alta (en la foto abajo), manejaba un auto Mitsubishi Mirage del 1996 y fue interceptado por gatilleros a bordo de un auto BMW modelo 325, explicó el comandante José Marrero, director de la rama investigativa de la región de Bayamón.
En su huida, Olivo Marrero chocó contra una guagua modelo Bronco y corrió hacia una farmacia cercana hasta donde fue perseguido y asesinado por uno de los gatilleros. Su cuerpo cayó frente a un auto.
En la balacera murió también Ángel I. Vargas Soto, de 16 años, quien se encontraba en el asiento posterior del auto. Éste fue descrito como evadido de un hogar de adopción.
La esposa de Alexis, Claribel Ortiz Velázquez, de 23 años, resultó herida, al igual que su hijo Adriel Olivo Ortiz, de tres años. La pequeña Adrieliz Olivo Ortiz, de dos añitos, murió mientras era atendida en el Centro Médico.
Un hombre, identificado como Rafael Vélez Andino y quien presuntamente participó de la balacera, sufrió una herida en el pecho y extremidades. Fue entubado y su condición era grave anoche.
Los presuntos cuatro gatilleros fueron detenidos para investigación en la calle 1 de la urbanización Bayamón Gardens, incluyendo a Vélez, y se les ocuparon cuatro pistolas marca Glock con dos magazines.
Éstos fueron identificados como Sammy Báez Figueroa, alias “Sammy Gatillo” y quien figura como sospechoso de una masacre ocurrida en el 2008 en Cataño; Billy Vargas Pérez y José Cruz Ortiz.
Los tres detenidos eran interrogados anoche en la comandancia de área de Bayamón, donde ubican las oficinas del CIC de la región.
De acuerdo con la pesquisa de la División de Homicidios de Bayamón, esta masacre ocurrió en venganza por el crimen de Wilfredo Maldonado Rosario, de 36 años, alias “Chino Valencia”. Éste fue asesinado el 29 de abril en la carretera 863 en Toa Baja, justo en el mismo lugar de la masacre de ayer. Se dice que el “Chino Valencia” le había perdonado antes la vida a Olivo Marrero.
La matanza sería secuela de la lucha por el control de los puntos de droga, mantenida por “El Búster” y con tentáculos fuera de la región de Bayamón.
La agente Vivian Acevedo, de la División de Homicidios de Bayamón, se hizo cargo de la pesquisa preliminar.
Hasta el Centro Médico llegaron familiares de la madre y sus dos niños en busca de noticias sobre su condición de salud. Lucían llorosos frente a la entrada de la sala de traumas.
De inmediato, los familiares no quisieron hacer expresiones a la prensa sobre la masacre ocurrida.
Fue necesario incrementar las medidas de seguridad en el Centro Médico de Río Piedras, ya que no sólo estaban recluidas las víctimas inocentes, sino que uno de los presuntos sicarios también permanece en esas instalaciones.
El sujeto, que permanece entubado, está bajo custodia estricta de la Policía con el apoyo de la seguridad privada del Centro Médico.
También en el exterior se tomaron medidas de seguridad en caso de que familiares de ambos coincidieran.
La masacre, que ocurrió a plena luz del día y en una concurrida intersección donde ubica un supermercado y una farmacia, pudo haber dejado más víctimas inocentes.
Durante la investigación de la escena se cerraron las carreteras 863, la #2 en dirección hacia esa vía y la 819.