El juez Javier Varela Rivera, del Tribunal de Carolina, acogió hoy las razones que invocó el abogado Américo Martínez Romero para negarse a  representar de oficio a un acusado de incesto.

Varela Rivera declaró ha lugar una moción de relevo que radicó Martínez Romero el viernes pasado en la que expuso que sus convicciones morales y religiosas le impiden ver este tipo de caso.

“Entiendo que la justicia debe prevalecer, como prevaleció en este caso”, dijo Martínez Romero al reaccionar a la decisión del juez.

El abogado se negó la semana pasada a representar de oficio a Carmelo Adorno Castro, un hombre que está imputado de agredir sexualmente a su hija biológica desde los siete años.

De primera intención el juez no aceptó las razones que adujo el letrado para rechazar la representación legal designada por el tribunal y dijo que estaba dispuesto a asumir las consecuencias, incluyendo la posibilidad de ir preso.

“Yo no permito el maltrato de niños. Eso me quita la vida, me enferma. No represento estos casos independientemente de que el acusado se culpable o inocente”, sostuvo el letrado en una entrevista al viernes con este diario. Sostuvo entonces que entendía que su negativa a ver el caso no vulneraba ni violentaba los derechos constitucionales de Adorno Castro.

“Cada persona tiene sus criterios de cómo piensa, de cómo siente y yo también tengo mi forma de pensar y de sentir y eso no tiene que ver nada con la presunción de inocencia de un acusado”, dijo Martínez Romero.

“Yo he representado de oficio a personas acusadas de asesinato, estado de embriaguez... a todo tipo de caso y llevo 26 años representando gratis (de oficio) a mucha gente en Puerto Rico, no solamente aquí en Carolina, en  San Juan, Bayamón y Ponce en  cualquier jurisdicción del Tribunal de Primera Instancia, pero este tipo de casos yo no los veo, no los veo”, insistió.

¿Por qué?

Es una cuestión mía interna, eso no tiene que ver con la culpabilidad o inocencia de la persona, es que eso yo no lo veo, es principios, es mi dignidad, es mi moral, mi forma de pensar, mi forma sentir y eso no tiene que ver nada con el imputado, puede ser inocente, pero es no lo veo.