Por primera vez en 56 años las cámaras de vídeo y fotógrafos tendrán hoy, lunes, acceso a un proceso judicial en Isla. El proyecto experimental se considera un gran paso para la transparencia.

El proceso seleccionado es una demanda por razón de género y edad incoada por la abogada Maggie Correa Avilés, de 64 años, contra el bufete McConnell Valdés.

El propósito de la vista de hoy es para determinar si Correa Avilés, al ser socia con participación de capital en el bufete, era dueña o patrono. La mujer ha reclamado a través de todo este litigio que su participación de dueña no la excluye de ser empleada y que, por tanto, estaba protegida por las garantías constitucionales y de ley estatal que cobijan a los empleados de las actuaciones discriminatorias y en represalia de los patronos. 

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