Acusan a mujer por cruel fraude que parece de novela
Logró engañar a una familia para que le permitiera cuidar de uno de sus niños y a la vez hizo creer a su expareja que ese niño era su hijo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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La necesidad de darle una mejor calidad de vida a su hijo llevó a Nancy Martínez Marcano a creer lo que una supuesta trabajadora social federal le ofrecía a través de la red social de Facebook.
Así fue víctima, junto a José Cruz, de un esquema de fraude que pareciera sacado de una película.
Ese es el caso de una mujer acusada en el Tribunal de San Juan, quien logró engañar a la familia de Martínez Marcano para que le permitiera cuidar de uno de sus niños y a la vez hacerle creer a Cruz, su expareja, que ese niño era su hijo.
Martínez Marcano asumió que se trataba de una profesional y estableció contacto a través de la red social por recomendación de una amiga que intentó ser parte del programa de ayudas, pero por no pertenecer a la jurisdicción y tener un niño de tres años no resultó “beneficiada”.
Mediante una videollamada, la familia acordó encontrarse con la mujer para llegar a unos acuerdos de colaboración, entre ellos que, a cambio de víveres y pañales, su hijo debía irse con ella unos días en la semana para realizar unos estudios rutinarios.
Martínez Marcano accedió y desde junio de 2017, el pequeño estuvo compartiendo con la mujer y con una expareja de ella, a quien le hizo creer que era su padre.
La mujer, identificada como Jillian A. Alexander Meléndez, utilizó nombres falsos para cometer el fraude.
Con el hombre se hacía llamar Juliana y con la familia, Jenny.
Sin embargo, al hombre mostrarle una foto pudieron identificar que se trataba de la misma mujer.
“Utilizó el Facebook bajo el nombre de Denisha Rodríguez para estar en contacto conmigo. Decía que era un facebook de la jefa. Se identificó como la trabajadora social designada por su jefa para bregar el caso mío porque yo decía: ‘tú no eres la misma de la foto’. Eso a mí no me encajaba”, contó la joven madre, quien se encuentra separada del papá del niño.
Como parte de los servicios, le ofreció ayudarle a conseguir vivienda y las necesidades del menor como víveres y ropa.
“Me ofreció avanzar con el papeleo de vivienda pública o sección 8, me ofreció cualquier cosa que me hiciera falta como cuido para el niño, pampers, chubs, ropa, cosas que le hicieran falta al niño porque eran las ayudas que estaban ofreciendo, pero nunca me ayudó con lo de la sección 8 ni lo de Vivienda”, dijo.
“A mí el dinero que ganaba trabajando en un fast food no me daba ni para un estudio, los estudios en Barrio Obrero era demacrantes (sic) y yo decía yo no puedo estar aquí con mi hijo porque le estoy dando una mala vida a mi bebé. Estaba de casa en casa, no tenía un lugar estable para quedarme con mi bebé”, relató.
Sin embargo, las señales de que algo no andaba bien se comenzaron a dar desde el primer día que Martínez Marcano permitió a la mujer que se llevara el niño para los alegados chequeos rutinarios.
“La primera vez que se lleva a mi nene, ella opta por traerme el nene a las 7:00 p.m., pero no llegó a las 7:00 p.m. y mi mamá me dice que no le contesta el teléfono y llamó a la Policía. Ella llegó a eso de las 9:00 p.m. y yo estaba reunida con la Policía. Ella saca unos documentos, le enseña un certificado al Policía y le dice que es trabajadora social federal, que ella podría contrademandar a mí y a mi madre. Que no era necesario que llamara a la Policía”, narró.
“Ella nos hizo firmar unos papeles, ella puso a mi mamá como la tutora mía y de mi hijo. Muchas veces me amenazaba si yo no le entregaba el niño para hacer el chequeo con un desacato. Me tenía amenazada constantemente”, contó.
No obstante, el caso de fraude se desató cuando la expareja de Alexander Meléndez se encontró a su alegado hijo compartiendo con Martínez Marcano y el excompañero de ésta, padre del niño, en la estación Sagrado Corazón del tren urbano en Santurce.
Allí le cuestionó por qué andaban con su hijo. Para asombro de la familia, el niño salió al encuentro del hombre, lo abrazó y le dijo “papi”.
“Yo llamé a Jenny porque ella es la trabadora social y me dice: ‘váyanse del lugar inmediatamente’ y que no llamara a la Policía. Ella me dice que el caballero (José Cruz) era un agente encubierto y lo que quiere es sacarle información”, contó.
En medio de la insistencia de Cruz, éste comenzó a evidenciarle con fotos a Martínez Marcano los días que compartía con el niño.
“El me enseña evidencia, fotos de mi hijo con la ropa que yo le ponía que iba con Jenny a esas revisiones y caigo en cuenta. Ese mismo día me dice que me tenía que cambiar el número de teléfono para que yo no tuviera más contacto con la esposa de José”, indicó.
“Nosotros tememos por la seguridad de nosotros y más del niño, porque ella puede ser capaz de llevarse el nene, secuestrármelo o hacerle algo”, señaló.
Mientras, Martínez Marcano aseguró que mantendrá comunicación con Cruz por el bienestar del niño.
“Le estaba jugando con los sentimientos a mi bebé, bueno le hizo un daño sicológico porque en el momento que le estábamos haciendo la querella, mi hijo estaba viendo a su padre biológico y al caballero José, y ese señor se puso a llorar abrazando a mi hijo y todo porque él también está decepcionado y destrozado”, sostuvo.
“Yo le dije que podía hacerse pasar como tío del niño para que por lo menos tuviera un contacto con él, porque dos años compartiendo con mi nene, él le cogió un cariño grande a mi hijo. A él lo enseñaron a decirle papá desde muy pequeñito y a mí no me gusta jugar con los sentimientos de mi hijo. Tampoco los del señor. Si quiere puede ser hasta ser su padrino, porque él se encariñó demasiado”, aseguró.
Cruz, quien es residente en Villa Palmeras, comenzó a entregarle a la mujer unos $100 semanales cuando ella le hizo creer que era el padre de la criatura.
“Ya con ese fraude le ha sacado como $14,000”, aseguró la agente Indiana Rivera, a cargo del caso.
La mujer fue puesta bajo arresto, pero quedó libre tras pagar una fianza por medio de un fiador privado.
De la investigación surgió que la mujer no solo se hacía pasar por trabajadora social, sino que también era conocida como fiscal.
Según relata la oficial, cuando llegaron a la urbanización para citarla y enseñarle la foto al guardia de seguridad, éste la reconoció como “la que es fiscal”.
Actualmente, la imputada es residente en una urbanización en Bayamón, es ama de casa y tiene tres hijos, de 15, 18 y 21 años.
El juez Jimmy Sepúlveda determinó causa para el arresto de Alexander Meléndez por dos delitos graves, uno por maltratado de menores y fraude, y uno menos grave por impostura y le impuso una fianza de $20,000.