Volcán Poás de Costa Rica hace una erupción con incandescencia
El pasado 29 de agosto el Gobierno de Costa Rica reabrió el Parque Nacional Volcán Poás tras un cierre de 16 meses provocado por un periodo de erupción.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Una erupción con presencia de material incandescente ocurrida la madrugada de este lunes obligó a las autoridades de Costa Rica a cerrar, al menos por este día, el Parque Nacional Volcán Poás (centro), uno de los más visitados del país.
"A la 1.51 el volcán comenzó a mostrar incandescencia y en vista de que hay ceniza en regiones altas y gases volcánicos, se toma la medida preventiva de cerrar el volcán Poás el día de hoy", dijo en una declaración el vulcanólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Guillermo Alvarado.
Por su lado, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) detalló que la erupción tuvo una columna que se elevó 200 metros sobre el cráter.
Las autoridades han reportado la presencia de ceniza en regiones altas cercanas al volcán, pero no ha habido mayor afectación para las comunidades.
Este volcán, cuyo cráter se ubica a 2,708 metros del altura, está situado en la provincia de Alajuela (centro), a unos 40 kilómetros al noroeste de la capital San José.
El pasado 29 de agosto el Gobierno de Costa Rica reabrió el Parque Nacional Volcán Poás tras un cierre de 16 meses provocado por un periodo de erupción que obligó a las autoridades a implementar nuevas medidas de seguridad en el sitio.
Según el Gobierno, Costa Rica es el primer país en Centroamérica en contar con un sistema de gestión de riesgo en un parque nacional de origen volcánico, que ofrecerá al público una serie de medidas de protección.
Entre estas medidas se encuentran la apertura de cinco refugios, la compra de medidores de gases en tiempo real, cascos y mascarillas; así como rotulación de seguridad y capacitaciones a guardaparques, guías turísticos y vecinos de las comunidades aledañas.
El parque además cuenta con una nueva logística de acceso que regulará la visitación y consiste en un tiempo limitado en el cráter e ingreso controlado de grupos de 50 personas.
Antes de su cierre, el volcán Poás era visitado anualmente por 400,000 turistas, quienes eran atraídos por su laguna de agua turquesa y su gigantesco cráter, que se ubica a 350 metros de profundidad.
Los turistas aprovechaban su paseo al volcán para realizar otras actividades en las comunidades cercanas, las cuales dependen mayoritariamente del turismo y que se vieron seriamente afectadas por el cierre.
El periodo de erupciones freáticas y de ceniza del Póas en 2017, que se extendió por algunas semanas, no causó heridos pero sí alertó a las autoridades sobre la necesidad de implementar más medidas de protección para los visitantes antes de reabrir el parque nacional.
El turismo es uno de los principales motores de la economía costarricense, país de 4.7 millones de habitantes, que alberga a cerca del 5 por ciento de la biodiversidad del planeta, y que cada año recibe a unos 3 millones de turistas.