Seúl, Corea del Sur. El presidente de Rusia, Vladimir Putin y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, firmaron el miércoles un acuerdo de asociación estratégica integral durante una cumbre en Pyongyang, en un intento por ampliar su cooperación económica y militar y cimentar un frente unido contra Washington.

La visita de Putin a Pyongyang se produce en un momento de creciente preocupación por un acuerdo armamentístico por el que el Norte proporciona a Rusia municiones muy necesarias para alimentar su guerra en Ucrania, a cambio de ayuda económica y de la transferencia de tecnología que podrían elevar la alarma que suponen los programas de armas nucleares y misiles de la hermética nación.

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De acuerdo con la prensa estatal rusa, Putin y Kim hablaron cara a cara durante alrededor de dos horas, en un encuentro que estaba programado para que durase la mitad.

Al inicio de las conversaciones con Kim, Putin dijo en declaraciones publicadas por las agencias noticiosas estatales rusas Tass y RIA Novosti que el “nuevo documento fundamental constituirá la base de nuestros lazos” en el largo plazo.

Corea del Norte está sometida a fuertes sanciones económicas por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por sus programas de armas nucleares y misiles, mientras que Rusia enfrenta las sanciones de Estados Unidos y sus socios occidentales por su agresión a Ucrania.

Los medios estatales norcoreanos han descrito la cumbre entre los dos líderes como un acontecimiento histórico que demuestra la “invencibilidad y durabilidad” de la amistad y unidad entre las dos naciones. Enormes multitudes salieron a las calles de la capital para recibir a la comitiva del líder ruso con cánticos de “¡Bienvenido Putin!”, ondenando banderas de los dos países.

Putin, que realiza su primer viaje a Corea del Norte en 24 años, elogió también la “estrecha amistad” entre Moscú y Pyongyang, basada en la “igualdad y el respeto de los intereses mutuos”.

“Apreciamos mucho su apoyo constante e invariable a las políticas rusas, también en la dirección ucraniana”, añadió el mandatario ruso.

Kim, por su parte, prometió el “pleno apoyo y solidaridad (de Corea del Norte) al gobierno, el ejército y el pueblo rusos en la realización de la operación militar especial en Ucrania para proteger la soberanía, los intereses de seguridad y la integridad territorial”, según sus comentarios publicados por las agencias rusas.

No estuvo claro de inmediato en qué podría consistir el respaldo norcoreano.

El líder norcoreano elogió además el “importante papel y misión (de Rusia) en la preservación de la estabilidad estratégica y el equilibrio en el mundo”.

“La situación en el mundo se está agravando y cambiando rápidamente”, apuntó Kim. “En esta situación, queremos reforzar la interacción estratégica con Rusia”.

Putin fue recibido por Kim en el aeropuerto de la capital el martes. Se estrecharon la mano, se abrazaron en dos ocasiones y viajaron juntos en una limusina que formaba parte de la enorme comitiva que recorrió las iluminadas calles de Pyongyang, donde los edificios estaban decorados con enormes banderas de Rusia y con retratos de Putin.

Tras pasar la noche en una casa de huéspedes estatal, Putin asistió a una fastuosa ceremonia de bienvenida en la principal plaza de la ciudad, donde Kim le presentó a los miembros clave de su gobierno, incluyendo al ministro de Exteriores, Choe Son Hui; el principal asistente y secretario del partido gobernante, Jo Yong Won, y a su poderosa hermana, Kim Yo Jong. Los dos líderes iniciaron entonces las conversaciones acompañados de altos cargos, de acuerdo con los medios rusos.

Putin viajó con funcionarios de alto nivel, entre ellos el viceprimer ministro, Denis Mantrurov; el ministro de Defensa, Andrei Belousov, y el de Exteriores, Sergey Lavrov, según su asesor de política exterior, Yuri Ushakov. Durante la visita se firmarán una serie de documentos que podrían incluir un acuerdo sobre una asociación estratégica integral, añadió.

Estados Unidos y Corea del Sur acusan al Norte de suministrar artillería, misiles y otros equipos militares a Rusia para su guerra en Ucrania, posiblemente a cambio de tecnologías militares claves y ayuda. Tanto Pyongyang como Moscú niegan las acusaciones sobre la transferencia de armamento norcoreano, que violaría múltimpoles sanciones de la ONU que el Kremlin había respaldado en el pasado.