BENI, República Democrática del Congo. Rebeldes con aparentes vínculos al grupo Estado Islámico mataron al menos a 43 personas en el oriente de la República Democrática del Congo el fin de semana en una serie de ataques perpetrados como respuesta a la nueva ofensiva militar, informó un grupo de derechos el lunes.

En algunos casos, los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas fueron de puerta en puerta para matar a tiros a sus víctimas, según un grupo de derechos humanos congolés conocido por su acrónimo en francés CEPADHO.

Los rebeldes quieren poner a los civiles contra el ejército para que el pueblo exija que se detenga la acción militar, dijo Omar Kavotha, presidente de la organización. La violencia ya provocó que los manifestantes incendiaran el ayuntamiento el mes pasado.

Los asesinatos del fin de semana ocurrieron en una zona en el oriente de Congo que es el centro de la epidemia de ébola, que ha matado a más de 2,200 personas desde agosto de 2018.

“Estos ataques sin duda paralizarán a los equipos de respuesta de ébola”, dijo el doctor Pierre Celestin Adikey, quien coordina el esfuerzo para controlar la enfermedad en la región de Beni. “El movimiento de la población se vuelve difícil de controlar”.

Otros grupos armados en la región, como las milicias Mai Mai, también se aprovecharon de la inseguridad para perpetrar ataques, agregó.

Las labores para controlar el segundo brote más mortífero de ébola en la historia se ha visto entorpecido desde el inicio por la presencia de tantos grupos armados en el oriente del Congo.

Los médicos en ocasiones no logran llegar a salvo a zonas para vacunar a quienes están en mayor riesgo de contagiarse del mortífero virus. Sin la capacidad de reaccionar rápidamente, el ébola se sigue propagando. La desconfianza de la comunidad hacia los trabajadores de salud sólo ha profundizado aún más el problema.