CIUDAD DE MÉXICO. La escena, grabada por cámaras de seguridad, se repitió en México una vez más: alguien acomodado golpea con soberbia a un trabajador y provoca la indignación social cuando la escena se divulga.

El último caso lo protagonizó esta semana un estudiante de secundaria que golpeó repetidamente a un guardia de seguridad a la entrada de un complejo de viviendas. Su escuela, una entidad privada y de las más costosas de México, tuvo que pronunciarse el miércoles, condenando su comportamiento. Dijo que el alumno fue suspendido temporalmente y que analiza si expulsarlo.

El suceso tuvo lugar en el estado central de Puebla, donde la desigualdad de ingresos es particularmente aguda.

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El gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes, reconoció que el racismo y el clasismo pueden haber estado detrás del incidente que, según dijo, tuvo lugar el martes. El funcionario pidió a los fiscales que consideraran si se debían presentar cargos contra el joven.

Las imágenes de una cámara de seguridad, que se volvieron virales, muestran al estudiante de secundaria, cuyo nombre las autoridades aún no han confirmado, corriendo hacia la caseta del guardia y golpeándolo repetidamente. El joven estaba presuntamente enojado porque su pase de estacionamiento automático no funcionó.

“Condeno el clasismo. Condeno la brecha elitista que separa a uno de otros por su condición social, racial, de credo, condición física o preferencias. Conmino a los involucrados a realizar las denuncias correspondientes y exhorto a la Fiscalía de Puebla a realizar una investigación exhaustiva para que haya justicia y se siente un precedente”, afirmó el gobernador en sus redes sociales.

Asimismo, hizo un llamamiento a la sociedad para que se eduque desde las propias familias.

La secundaria Anáhuac condenó la agresión y dijo que la suspensión del alumno era “una medida necesaria para preservar la integridad de nuestra institución y garantizar un ambiente seguro y propicio para toda nuestra comunidad”.

El guardia del estacionamiento era de piel más oscura, complexión delgada y tenía rasgos más indígenas que su atacante, de piel clara. No hubo comentarios inmediatos de los fiscales sobre si el joven podría enfrentar cargos.

El incidente ocurrió en la entrada de un conjunto de viviendas de lujo en las afueras de la ciudad central de Puebla, que se ha ganado una reputación de jóvenes privilegiados y de mal comportamiento. Una banda de estos jóvenes estuvo involucrada en la paliza de otro joven en septiembre.