Caracas.- Venezuela amaneció el lunes dividida electoralmente por mitades y sumergida en la incertidumbre después de que las autoridades anunciaron la estrecha victoria en las elecciones presidenciales de Nicolás Maduro, el heredero elegido por Hugo Chávez, lo que provocó que su contrincante Henrique Capriles condicionara reconocer el resultado a un recuento total de los votos.

Según el único boletín oficial ofrecido hasta ahora por el Consejo Nacional Electoral, con el 99.12% de los votos escrutados Maduro consiguió 7,505,338 votos, o 50.66%, y Capriles obtuvo 7,270,403, o 49.071%.

Con una diferencia de apenas 235,000 votos, o 1.59 puntos porcentuales, Capriles anunció pasada la medianoche que desconocía esos resultados porque eran diferentes a las cuentas que la oposición tenía con base a datos de sus testigos en las mesas electorales y que con tan mínima diferencia pedía un reconteo de todas las cajas donde los venezolanos depositaron sus votos y contar boleta a boleta.

Relacionadas

Maduro, que para entonces ya había ofrecido frente a sus simpatizantes un discurso de victoria desde un balcón de la casa de gobierno, se anticipó a Capriles y dijo que no tenía problemas en un reconteo, posibilidad que ya había sido anticipada por algunos miembros de la oposición.

Pero hasta ahora el Consejo no ha dicho si realizará o no tal conteo de las boletas y cuánto podría demorar en hacerlo.

Los comicios presidenciales del domingo, para los que estaban inscritos 18.8 millones de venezolanos, carecieron de una observación independiente porque desde hace varios años el gobierno sólo invita a algunos "acompañantes". Sin embargo, el sistema de las máquinas electrónicas en que se sufraga y su funcionamiento no ha sido cuestionado ni por los propios opositores, que simplemente dicen que deben revisarse los números y que tiene el derecho a hacer esa petición debido a que son "la mitad" del país.

"La brecha fue bastante cerrada. La verdad que hubiese esperado que fuese mayor", dijo Marglelis Quintero, de 31 años y quien trabaja en un centro estético. "Pero bueno se expresó el pueblo y fue la voluntad popular y hay que respetar los resultados", añadió Quintero en un sector del este de la ciudad cuando se dirigía a su trabajo en una estación del sistema de metro.

Las calles de la capital lucían tranquilas y con pocos peatones, mientras el centro de esta normalmente agitada capital apenas tenía tránsito.

"Tenemos hoy un presidente que es un fracasado político que no pudo mover su gente", dijo el lunes a la televisora Globovisión Julio Borges, miembro de Primero Justicia, un grupo de la oposición.

La situación inédita que resultó de las elecciones del domingo podría hundir al país en una incertidumbre política similar a la que vivió hace apenas unos meses, con la muerte de Chávez el pasado 5 de marzo a consecuencia del cáncer que padecía.

Dado que nunca antes los opositores habían desafiado los resultados oficiales de una elección presidencial, se desconoce cuál será el desenlace, mientras los militares dieron un respaldo al candidato oficialista.

Sin embargo, tanto Maduro como Capriles llamaron el domingo por la noche a sus simpatizantes a mantener la calma y no se presentaron mayores incidentes en la calles de la capital.

"Este es un resultado en el cual el 'ganador oficial' aparece como el gran perdedor", dijo a The Associated Press Javier Corrales, analista político del Amherst College. "El 'perdedor oficial' -la oposición- emerge incluso más fuerte que hace seis meses. Esta es una situación muy delicada en cualquier sistema político, sobre todo cuando hay mucha desconfianza en las instituciones".