CARACAS. Las fuerzas de seguridad venezolanas aprehendieron a ocho personas, incluidos dos estadounidenses, luego de una incursión por mar perpetrada con el fin de arrestar al presidente Nicolás Maduro, de acuerdo con información divulgada el lunes por las autoridades, mientras más de 25,000 efectivos se movilizaban para buscar a otros rebeldes que operan en el país.

Diosdado Cabello, líder del partido socialista, publicó en su cuenta de Twitter un video de un venezolano identificado como Josnars Adolfo Baduel, quien también fue arrestado, en el que dice que dos estadounidenses estaban entre los que fueron capturados. En la grabación se muestra a Baduel responder a un agente de seguridad que le pregunta sobre los estadounidenses detenidos.

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La televisión estatal venezolana transmitió el video, pero no proporcionó los nombres de los estadounidenses. Sin embargo, el ex boina verde Jordan Goudreau, quien radica en Florida, dijo el lunes que estaba trabajando con los dos hombres en una misión lanzada el día anterior con la que se pretendía “liberar” a Venezuela.

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Goudreau se ha adjudicado la responsabilidad de la operación del domingo, que las autoridades venezolanas dicen haber frustrado y que dejó ocho personas muertas en una playa cercana a la ciudad portuaria de La Guaira.

Los estadounidenses arrestados por el gobierno venezolano fueron identificados por Goudreau como Luke Denman y Airan Berry. Los tres fueron desplegados en Irak y Afganistán por el ejército estadounidense, según Goudreau.

The Associated Press no pudo verificar de forma independiente que los estadounidenses habían sido capturados.

Goudreau dijo que los hombres formaban parte de una supuesta misión llamada “Operación Gedeón” lanzada el domingo antes del amanecer, en la que se pretendía llegar en botes a la playa.

Venezuela ha estado sumida en una profunda crisis política y económica bajo el mando de Maduro. El desmoronamiento de servicios públicos como el agua potable, la electricidad y atención médica ha provocado la migración de casi 5 millones de venezolanos. Pero Maduro sigue controlando todos los instrumentos de poder pese a una campaña liderada por Estados Unidos para derrocarlo. El gobierno estadounidense recientemente lo designó como narcotraficante y ofreció una recompensa de $15 millones por su arresto.

Venezuela y Estados Unidos rompieron lazos diplomáticos el año pasado en medio de fuertes tensiones, por lo que no hay una embajada estadounidense en Caracas.

“He tratado de contactar a toda la gente que conozco, a todos los niveles”, afirmó Goudreau. “Nadie está respondiendo mis llamadas. Es una pesadilla”.

Kay Denman, madre de uno de los estadounidenses detenidos, dijo que la última vez que supo algo de su hijo fue hace unas semanas, cuando le envió un mensaje de texto de una ubicación desconocida para preguntarle cómo le estaba yendo con la pandemia de coronavirus. Dijo que nunca había escuchado a su hijo hablar sobre Venezuela y que se enteró de su posible detención luego de que sus amigos la llamaron cuando vieron las noticias en las redes sociales.

“La primera vez que escuché el nombre de Jordan Goudreau fue hoy”, comentó desde su hogar en Austin, Texas.

Goudreau ha dicho que firmó un contrato con el líder opositor venezolano Juan Guaidó para derrocar a Maduro, algo que Guaidó ha refutado. El líder opositor dijo que no tenía nada que ver con la incursión del domingo.

Goudreau señaló que Guaidó nunca cumplió el contrato, pero el ex boina verde siguió adelante con la operación con sólo 60 hombres, incluyendo los dos veteranos estadounidenses.

Añadió que la última comunicación que tuvo con Denman y Berry fue cuando se desplazaban a la deriva en un bote “abrazando” la costa caribeña de Venezuela. Seguían en el bote tras una confrontación inicial con la Armada del país sudamericano el domingo temprano.

“Se estaban quedando sin combustible", dijo Goudreau. “Si hubieran tocado tierra, se habrían ido a una casa de seguridad".

Goudreau indicó que estaban en la isla caribeña de Aruba esperando la llegada de un bote con combustible de emergencia para ayudar a sacarlos.

Las autoridades venezolanas dijeron el lunes que detuvieron a otras ocho personas señaladas como “mercenarios” en una localidad costera, y mostraron imágenes en la televisora estatal de varios hombres no identificados que estaban esposados y acostados boca abajo en una calle.

Entre ellos estaba el capitán Antonio Sequea, de la Guardia Nacional, que participó en una revuelta en un cuartel contra Maduro hace un año. Goudreau dijo que Sequea era un comandante que trabajaba con él en el terreno en Venezuela.

La televisión estatal venezolana mostró imágenes de Sequea esposado y sin camisa.

El fiscal general Tarek William Saab, quien es aliado de Maduro, dijo que han arrestado a 114 personas sospechosas de participar en el intento de ataque y que buscan a 92 más.

El gobierno venezolano acusa a Colombia y a Estados Unidos de organizar y realizar el ataque con el fin de derrocar a Maduro. Tanto las autoridades estadounidenses como las colombianas han desmentido las acusaciones venezolanas.

Goudreau, tres veces ganador de la Estrella de Bronce, afirmó haber ayudado a organizar la incursión desde Colombia el domingo temprano. Dijo que el operativo no había recibido ayuda de Guaidó ni de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia.

Goudreau señaló vía telefónica el lunes que otros 52 combatientes se habían infiltrado a territorio venezolano y se encontraban en la primera etapa de una misión para reclutar a miembros de las fuerzas de seguridad para que se unieran a su causa.

Políticos de oposición y autoridades estadounidenses emitieron comunicados insinuando que los aliados de Maduro habían inventado el ataque. Las autoridades no han revelado todos los nombres de aquellos que dijeron que fallecieron o están detenidos, aunque identificaron a uno de los muertos como un hombre involucrado en el campamento de entrenamiento de Goudreau en Colombia.

Una investigación de la AP publicada el viernes encontró que Goudreau había trabajado con un general retirado del ejército venezolano, quien ahora enfrenta cargos de narcóticos en Estados Unidos, para entrenar a decenas de desertores de las fuerzas de seguridad de Venezuela en campamentos secretos dentro de la vecina Colombia. El objetivo era llevar a cabo una incursión transfronteriza que terminaría en el arresto de Maduro.

Por su parte, el gobierno venezolano informó que ha movilizado a más de 25,000 efectivos para buscar otras células rebeldes.

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