PHNOM PENH, Camboya. Una explosión de municiones en una base en el suroeste de Camboya el sábado por la tarde, mató a 20 soldados e hirió a varios otros, dijo el primer ministro Hun Manet.

Hun Manet dijo en un post de Facebook que estaba “profundamente conmocionado” cuando recibió la noticia de la explosión en la base en la provincia de Kampong Speu. No quedó claro de inmediato qué la causó.

Las imágenes del lugar de los hechos mostraban varios edificios gravemente dañados aún humeantes, al menos uno con el tejado volado, y soldados recibiendo tratamiento en un hospital. Otras fotos mostraban casas con agujeros en los tejados.

El coronel Youeng Sokhon, oficial del ejército en el lugar de los hechos, declaró en un breve informe al jefe del ejército, general Mao Sophan, publicado en las redes sociales, que cuatro edificios -tres de almacenamiento y uno de trabajo- quedaron destruidos y varios vehículos militares resultaron dañados. Añadió que también resultaron dañadas las viviendas de 25 aldeanos.

Camboya, como muchos países de la región, sufre una prolongada ola de calor, y la provincia donde se produjo la explosión registró el sábado una temperatura máxima de 39 grados centígrados (102 grados Fahrenheit). Aunque las altas temperaturas normalmente no pueden detonar la munición, sí pueden degradar la estabilidad de los explosivos durante un periodo de tiempo, con el riesgo de que una sola pequeña explosión desencadene un incendio y una reacción en cadena.

Kiripost, un servicio de noticias en línea en lengua inglesa, citó a un residente cercano que dijo que se produjo una gran explosión sobre las 14:30, seguida de explosiones más pequeñas durante otra hora.

Pheng Kimneang dijo que las ventanas de una fábrica cercana quedaron destrozadas y que algunas casas situadas a menos de un kilómetro sufrieron daños menores. Las fotos de la base muestran un gran campo, aparentemente sin estructuras civiles cercanas.

Hun Manet dio el pésame a las familias de los soldados y prometió que el gobierno pagaría sus funerales e indemnizaría tanto a los muertos como a los heridos.

Licenciado por la Academia Militar estadounidense de West Point, fue comandante del ejército antes de ser elegido el año pasado primer ministro, sucediendo a su padre Hun Sen, que dirigió Camboya durante 38 años antes de dimitir.