Un sacerdote camina más de 149 millas para pedirle ayuda a la presidenta de Honduras
Busca respuestas para damnificados de las tormentas Eta e Iota en el 2020 que aún esperan ayuda.
PUBLICIDAD
Tegucigalpa. El sacerdote franciscano hondureño Leopoldo Serrano pidió este jueves a la presidenta de su país, Xiomara Castro, que lo reciba -tras caminar al menos 149 millas (240 kilómetros)- para exponerle las necesidades de su comunidad, en el departamento de Santa Bárbara (oeste), cuyos habitantes son damnificados de las tormentas Eta e Iota en 2020.
“Es por eso que he venido a recordarle y a comunicarle a la presidenta. Yo no vengo en protesta, solamente vengo a recordar que hay un dinero presupuestado”, dijo Serrano a EFE cuando estaba a unas 12 millas (20 kilómetros) de Tegucigalpa, después de una caminata que inició hace ocho días, desde la ciudad de San Pedro Sula (norte).
Relacionadas
La ayuda por la que clama el religioso es para la comunidad de San Francisco de Asís, donde viven ahora más de 300 familias que en noviembre de 2020 abandonaron su aldea, La Reina, porque fue soterrada por un enorme derrumbe a causa de las torrenciales lluvias que dejaron Eta e Iota.
Serrano es acompañado por unas nueve personas, que portan una bandera de Honduras, entre ellas una auxiliar de enfermería de la Policía Nacional.
Al llegar a Tegucigalpa, en horas de la tarde de este jueves, Serrano, de 59 años, habrá caminado al menos 149 millas (240 kilómetros), pese a sus problemas de salud.
El sacerdote le pide a Xiomara Castro, de quien espera que lo reciba hoy, energía eléctrica, agua potable, una escuela, una calle pavimentada, una planta de tratamiento de aguas residuales y los documentos de las casas de más de 300 familias damnificadas de las tormentas Eta e Iota.
Según relató Serrano, hasta ahora, el Gobierno ha construido 290 casas, mientras que otras 28 fueron levantadas por una fundación que surgió tras el paso de las dos tormentas tropicales para ayudar a los damnificados de la aldea La Reina.
Serrano señaló, además, que hay otros proyectos de viviendas para familias pobres que están abandonados en Choluteca (sur); Olanchito, El Progreso y Villanueva (norte), por los que pidió que sean terminados.
“Soy ser humano con deficiencias de salud, fui operado del corazón. Me trasplantaron una válvula aorta mecánica, tenía temor, pero he llegado hasta aquí. En el camino tuve unas tres crisis, pero eso fue todo, ha podido más el amor por los que sufren, por los olvidados. Eso puede más que cualquier cosa”, dijo Serrano sobre la caminata que inició hace ocho días.
Agregó que el miércoles le llamó por teléfono el ministro de Gobernación (Interior), Tomás Vaquero, para decirle que lo recibiría en representación de la presidenta, Xiomara Castro.
Al respecto, Serrano dijo que le respondió a Vaquero que no, porque él quiere que lo escuche la presidenta del país.