BOGOTÁ. Una estación de policía fue atacada con explosivos y un carro bomba detonó el viernes en dos zonas del suroeste de Colombia, informaron las autoridades.

Los ataques no dejaron víctimas, pero sí daños materiales, según los primeros informes.

En la zona rural de Jamundí, parte del área metropolitana de la ciudad de Cali, fue detonado el auto con explosivos, una acción presuntamente perpetrada por el frente Jaime Martínez, según el Ejército.

Se trata de una facción de la disidencia Estado Mayor Central, conformada por quienes no firmaron el acuerdo de paz de 2016 entre el Estado y la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

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Aunque el gobierno adelanta negociaciones de paz con esa disidencia, las facciones que operan en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca y Nariño se han enfrentado al Estado con fuerza desde marzo. En esa zona, a diferencia del resto del país, el cese al fuego acordado fue suspendido por decisión del gobierno, tras un ataque de las disidencias a la población civil que causó la muerte de una líder indígena.

El Ejército añadió que, tras el ataque, mantienen operaciones en Jamundí en contra de la disidencia.

En paralelo, también fue atacada una estación de policía en Popayán, ciudad capital del departamento del Cauca, con artefactos explosivos que causaron daños a la fachada de la edificación.

El comandante de la Región de Policía Número cuatro, Jorge Antonio Urquijo Sandoval, indicó a la prensa que fueron lanzados cilindros con cargas explosivas desde un vehículo de carga. Uno de ellos impactó dentro de las instalaciones del comando del departamento de policía ubicado en Popayán, añadió.

El agente señaló que la primera hipótesis apunta a grupos armados que operan en la zona, sin especificar su nombre.