Último encierro de las Fiestas de San Fermín concluye con seis heridos
Un corredor se salvó de sufrir una lesión grave cuando el cuerno de un toro pareció rozarle la cabeza antes de caer al suelo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Pamplona, España. Los toros de la prestigiosa ganadería Miura protagonizaron este jueves el último encierro de las fiestas de San Fermín, que fue el más rápido y limpio de los que recorrieron las calles de Pamplona, en el norte de España, en la última semana.
El gobierno regional de Navarra dijo que seis personas recibieron auxilios por lesiones menores después de un encierro que duró poco más de dos minutos. Anteriormente, la Cruz Rija había dicho que los heridos eran dos.
No se reportaron heridas por asta de toro, ya que los Miura, conocidos por su agilidad y por su rápida respuesta, corrieron en manada y apenas hicieron caso a los cientos de corredores que avanzaban a su lado hacia la plaza de toros.
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Un corredor se salvó de sufrir una lesión grave cuando el cuerno de uno de los animales pareció rozarle el lado derecho de la cabeza antes de caer al suelo.
En los encierros celebrados a las 8 de la mañana, cientos de corredores, la mayoría hombres, corren a toda velocidad por delante y junto a seis toros bravos y los seis bueyes mansos que los acompañan por un recorrido de 875 metros (956 yardas) a través de las estrechas calles de la ciudad norteña española. La carrera termina en la plaza de toros de Pamplona, donde los toros son sacrificados por toreros profesionales.
Decenas de miles de personas acuden a las fiestas de Pamplona, que fueron inmortalizadas en la novela de Ernest Hemingway “Fiesta” (“The Sun also Rises”), de 1926. El momento de adrenalina del encierro se ve seguido por fiestas durante todo el día y la noche.
Durante los encierros de este año, que comenzaron el 7 de julio, cuatro personas sufrieron cornadas, pero ninguna fue grave.
Ocho sufrieron heridas por asta de toro en 2019, la última edición antes de un parón de dos años por la pandemia del COVID-19. Dieciséis personas han muerto en los encierros desde 1910, el último en 2009.