Turistas se arrojan al vacío en Perú
Tanta popularidad ha ganado esta práctica en la capital peruana que los fines de semana los turistas hacen fila esperando su turno para "volar" sobre el mar y los edificios del turístico distrito de Miraflores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
PUBLICIDAD
Arrojarse al vacío desde un alto acantilado frente al mar no es la idea de diversión para el común de la gente, pero sí para muchos turistas deseosos de llevarse una experiencia inolvidable de Lima sobrevolando sus costas en parapente.
Tanta popularidad ha ganado esta práctica en la capital peruana que los fines de semana los turistas hacen fila esperando su turno para "volar" sobre el mar y los edificios del turístico distrito de Miraflores, previo pago de 150 soles, unos 58 dólares, por 10 minutos de vuelo.
El lugar de despegue es el Parque Raimondi, ubicado en un punto de la cadena de acantilados conocida como la Costa Verde. Para los noveles en este deporte de aventura el viaje es en tándem o vuelo biplaza, que consiste en ir con un piloto calificado.
"Miraflores es uno de tres o cuatro sitios en el mundo donde se puede volar con tanta altura y tan cerca a los edificios. Se puede recorrer una gran distancia desde Miraflores hasta Chorrillos o de Miraflores hasta El Callao. Tenemos un privilegio acá", dijo a The Associated Press Alex Schweig, piloto miembro de la Asociación Peruana de Pilotos e Instructores Tandem.
Contó que tan populares se han vuelto estos vuelos que alguna vez han tenido de pasajero a un anciano octogenario y en otra ocasión a dos hombres discapacitados que tenían los miembros inferiores paralizados.
El brasileño Estevao Berri, de 32 años, volvió a Miraflores para lanzarse en parapente aprovechando un viaje de trabajo a Perú. Berri practica parapente desde hace 8 años.
"Es relajante. el paisaje es distinto de donde vengo. (Allá) no hay un barranco como aquí enfrente del mar. Es exquisito", dijo.
La experiencia, sin embargo, no está exenta de riesgos. Una semana atrás un piloto de nacionalidad alemana se vio obligado a aterrizar en la playa, y su amigo peruano, a quien llevaba de pasajero, sufrió algunos golpes leves.