São Paulo. Los trabajadores de las plantas de General Motors en Brasil decidieron este miércoles seguir en huelga hasta que la empresa cumpla la decisión de un tribunal que le obligó a readmitir a 839 empleados que fueron despedidos en las últimas semanas.

Los empleados de General Motors están en huelga desde el pasado 23 de octubre en protesta por los despidos masivos, que según los sindicatos han afectado a 1,245 personas en tres plantas de la fabricante de automóviles en el estado de São Paulo.

Este martes, un tribunal ordenó a General Motors a readmitir a 839 trabajadores que fueron despedidos el pasado día 21 de la planta de São José dos Campos, pero no afecta a los otros despidos que se produjeron en las fábricas de São Caetano (300 empleados) y Mogi das Cruzes (105).

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La decisión cautelar, del Tribunal Regional del Trabajo de la 15ª Región, también prohíbe a la fabricante de automóviles realizar nuevos despidos “sin la imprescindible negociación previa”, según un comunicado de la corte.

Si la empresa incumple la decisión judicial, tendría que pagar una multa diaria de 1,000 reales (unos 201 dólares) por cada trabajador que no haya sido readmitido.

La empresa se comprometió a no realizar nuevos despidos hasta la celebración de una audiencia de conciliación en el tribunal laboral, que está prevista para el próximo 8 de noviembre, según el comunicado.

Los despidos en Brasil fueron calificados de ilegales por parte del sindicato estadounidense United Auto Workers (UAW), que pidió al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva que interceda para proteger a los trabajadores.

La industria de automoción brasileña busca aún recuperar los niveles de producción y ventas previos a la pandemia.

En los últimos meses, varias empresas se han visto obligadas a detener la producción en varias fábricas por el exceso de existencias.