Copenhague, Dinamarca. Los residentes del centro de Noruega se despertaron el jueves con escenas de caos y viviendas sin electricidad tras el paso por el país de la tormenta más potente en más de tres décadas.

Los vientos huracanados azotaron partes del país escandinavo con rachas que alcanzaron los 112 millas por hora. Cerca de Laerdal, un pequeño y pintoresco pueblo al noreste de Bergen, la segunda mayor ciudad de Noruega, un autobús con 14 personas se salió de la carretera pero no se reportaron heridos, dijo la policía.

Algunos lugares estaban inundados y las aerolíneas y las operadoras de transbordadores suspendieron temporalmente sus servicios. Tanto el miércoles como el jueves se reportaron cierres de escuelas, carreteras, túneles y puentes.

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El meteoro, bautizada como “Ingunn” por los meteorólogos noruegos, tocó tierra en el centro del país el miércoles por la tarde antes de seguir avanzando en dirección norte el jueves. El Instituto Meteorológico activó una alerta roja, el nivel más alto, para región ártica.

Las autoridades recibieron durante la noche entre 40 y 50 avisos de personas afectadas por la tormenta y esperaban más el jueves, explicó Bjørnar Gaasvik, portavoz de la policía en la región de Troendelag, a la agencia noticiosa local NTB.

Por el momento es demasiado pronto para hacer una estimación del costo de los daños causados por el meteoro, dijo Sigmund Clementz, de la aseguradora IF, al periódico noruego VG.

La tormenta azotó el mismo lugar que en 1992 se vio afectado por un huracán en Año Nuevo, uno de los meteoros más potentes en la historia de Noruega, según VG.