WASHINGTON — El director nacional de inteligencia Mike McConnell dice que "podría ser tortura" una técnica de interrogación que consiste en cubrir el rostro de un prisionero con un trapo y arrojarle agua para causarle la sensación de que se está ahogando.

Pero McConnell, en una entrevista que le hizo la revista The New Yorker, se negó a decir, por razones legales, si la técnica, que se conoce como ahogamiento simulado o "waterboarding", puede ser considerada categóricamente como una tortura.

"Si se determina en alguna ocasión que es tortura, todo aquel que haya participado en ella deberá recibir un gran castigo", declaró McConnell a la revista.

Sus comentarios fueron formulados en momentos en que el comité de inteligencia de la Cámara de Representantes investiga la destrucción de videograbaciones de los interrogatorios a que fueron sometidos dos presuntos miembros de la red terrorista al-Qaida por parte de funcionarios de la CIA. Los videos fueron hechos en el 2002 y destruidos tres años más tarde, ante temores de que fueran filtrados a la prensa. En esos videos, según trascendió, se mostraba el uso de técnicas de interrogación como el ahogamiento simulado.

Cuando McConnell describió la técnica, dijo a un periodista del New Yorker, "Si filtraran agua en mi nariz, ¡Dios mío, no me imagino lo doloroso que sería! No sé si eso es tortura de acuerdo a la definición de otros. Pero para mí eso es tortura", añadió.

McConnell dijo que la prueba legal para la tortura es "bastante simple".

La técnica "¿Es atrozmente dolorosa al punto de obligar a alguien a decir algo debido al dolor?" preguntó.

El secretario de Justicia Michael Mukasey se ha negado a decir si la técnica del ahogamiento simulado es tortura. Pues si Mukasey da una respuesta afirmativa, eso pone en riesgo a interrogadores de la CIA autorizados directamente por la Casa Blanca en el 2002 para someter a tres prisioneros a esa práctica. La CIA ha dicho que cesó de usar esa técnica desde el 2003. Y el director de la CIA Michael Hayden la prohibió en el 2006.

Pero el presidente George W. Bush emitió a mediados del 2007 una orden ejecutiva permitiendo a la CIA usar técnicas de interrogación que están prohibidas por el ejército. Una de las técnicas prohibidas es el ahogamiento simulado.