“Te respeto, pero no acepto tu identidad”: Microtransfobias, acciones “sutiles” que discriminan
La activista Jazz Bustamante detalló sobre este tipo de violencia que atraviesa la comunidad trans y pasa desapercibida en la cotidianidad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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“Te respeto, pero no acepto tu identidad”: Microtransfobias, acciones “sutiles” que discriminan
La activista Jazz Bustamante detalló sobre este tipo de violencia que atraviesa la comunidad trans y pasa desapercibida en la cotidianidad
“Cualquier acto que atente contra la dignidad de la población trans, es transfobia”, recordó Jazz Bustamante en medio de una lucha por frenar la violencia que el colectivo LGBTTQI+ en México, mal social que este país atraviesa por décadas.
Y es que la violencia contra quienes se asumen como transexuales o transgénero viene, incluso, de las acciones cotidianas que pasan desapercibidas, reveló Bustamante en entrevista con EL UNIVERSAL.
Violencia y rechazo: el eterno reto de la comunidad trans
En este mes de junio, que es el Mes del Orgullo LGBTTQI+, organizaciones y activistas desempeñan una ardua labor para poner en el ojo público un asunto que a todos atañe: la intolerancia y discriminación a las identidades de género, producto de la violencia.
“Las violencias que enfrentamos las personas trans en México tienen que ver con el patriarcado, con el machismo y con esta construcción sociocultural de lo que se nos ha dicho sobre qué es ser hombre y qué es ser mujer”, puntualizó la activista.
Un problema de hace años que, lejos de erradicarse, se reproduce a nivel micro y macro dentro de la escala social y cultural.
“Cuando hablamos de la violencia hacia las personas trans, hablamos de violencia de género, violencia hacia negar nuestra identidad sexogenérica y la identidad jurídica que sigue siendo un tema tedioso en México”, expresó.
Para Jazz, el odio irascible, los prejuicios a priori, el desconocimiento y la falta de educación sexual integral son los desencadenantes de la discriminación y el rechazo al derecho de asumirse como cada uno desee.
“El ser trans es ser como cualquier otro individuo, no te debería de causar odio irascible o intolerancia la existencia de otra persona porque es su cuerpo, es su mente, es su proceso y ahí entra el prejuicio, el machismo, la educación religiosa y conservadora, ahí entra todo lo que nos inculcan”, subrayó.
“Nos quieren dar ejemplo de cómo deberíamos ser”
Como en toda comunidad, el colectivo trans también experimenta la imposición del actuar, pensar, sentir y hasta vestir. Gran parte de ello se debe a la malgenerización y el “mansplaining”.
En palabras de Bustamante: “Nos mal generalizan a las mujeres trans cuando niegan nuestra identidad sexogenérica. Cuando dicen ‘es que tú eres medio masculinizada’; cuando creen que las mujeres trans debemos de ser más femeninas para proyectar una imagen aceptada y para que así nos puedan mínimo aceptar”.
A lo anterior, se suma la creencia de que, para ser trans, es necesario someterse a un procedimiento quirúrgico y estético.
“Aún con operaciones o sin operaciones siguen diciendo ‘sí, pero siempre vas a ser un hombre vestido de mujer o un hombre’”, explicó la defensora.
Bajo la misma lógica, el “mansplaining” implica que un hombre les indique a las mujeres cómo deberían ser. Sobre ello, Jazz sentenció: “Nos quieren decir cómo deberíamos comportarnos y cómo deberíamos de ser cuando el proceso de ser trans es único para cada mujer trans. Y eso solamente nos corresponde a nosotras mismas”.
Microtransfobias o el lado “sutil” de la violencia a la comunidad trans
A veces una palabra o acción que aparenta ser “normal”, “graciosa” o “inofensiva” llega a comprometer la integridad física y emocional de las personas trans. A esto se le conoce como “microtransfobias”.
“Las microtransfobias tienen que ver con los micromachismos, la diferencia es que van dirigidas específicamente hacia las mujeres u hombres trans...todas estas palabras sutiles y señalamientos de prejuicios a priori que van acompañados de una sutil discriminación hacia ‘yo te respeto, pero señalo, te borro tu identidad o no la acepto’”, destacó Jazz Bustamante.
Las microexpresiones de violencia a las personas trans llevan una intención clara: agredir y pasar desapercibido.
“‘Las mujeres con antena’, ‘eres hombre vestido de mujer’, ‘las plumíferas’, ‘las vestidas’... Todas estas formas sutiles de decir yo los respeto mucho a ustedes (trans), pero para mí solamente hay dos sectores: hombre y mujer. Y no hay más, las personas trans son inventos, son como una moda”, fueron algunos de los ejemplos a las que la activista se refirió.
Jazz, quien también escribe para diversos medios y es defensora por los derechos LGBTTQI+, fue tajante al asegurar que “cualquier acto que atente contra la dignidad de la población trans es transfobia, es el odio irascible y es además el señalamiento de palabras físicas o algún acto premeditado”.
“Educar es la vía para atender la gravedad de la violencia y transfobia”
Al cuestionar a la activista sobre los mecanismos para combatir las microtransfobias, enfatizó el poder de la deconstrucción.
“La educación, no hay mejor herramienta pedagógica para educar y debemos de educar desde la primera infancia. Debemos enseñar que las identidades de género y las orientaciones sexuales no deberían de ser factores para discriminar o para hacer sentir mal a otra persona”, señaló.
El reto es abordar la sexualidad, pero no desde lo binario: hombre o mujer heterosexual, sino desde la homosexualidad, bisexualidad, transexualidad y todo lo que tiene que ver con las disidencias sexuales.
“Educar es la única vía para que atendamos el tema grave que tenemos de violencia, transfobia y crímenes de odio en México, en Latinoamérica y en el mundo”, afirmó Jazz.
Y, añadió la importancia de la prevención de violencia a corto y mediano plazo: “Tenemos que trabajar en la prevención, como también reeducando a los adultos; facilitándoles la información correcta y lograr que justamente toda esta educación y reeducación se aplique. No nada más decirla, sino aplicarla”.
Cada persona es responsable de su proceso de vida, de ir deconstruyendo patrones conductuales y eso sólo es posible a través de la introspección y el autoconocimiento “no discriminas, no señalas, no prejuicias, porque sabes que el único proceso más importante es el tuyo y que no tienes derecho de desmeritar a otra u otro”.