Moscú. El acuerdo alcanzado el año pasado en Doha entre EEUU y el movimiento talibán sobre la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán quedará cancelado si Washington no cumple su palabra, advirtió hoy un portavoz del grupo insurgente.

“Insistimos en que el acuerdo de Doha sea implementado. Si no lo hacen, entonces tendremos de nuevo ciertos problemas, que de facto anularían el acuerdo alcanzado en Doha”, dijo en rueda de prensa en Moscú Mohammad Naim Wardak, representante de la oficina política de los talibanes en Catar, tras la conferencia multinacional que acogió Rusia ayer para impulsar el proceso de paz intraafgano.

Preguntado si habrá una ofensiva en caso de que EEUU no se retire, el portavoz de la oficina política del grupo insurgente en Catar, Sohail Shaheen, dijo que “si no se van (las tropas) a finales de abril, habrá una violación del acuerdo por su parte, no del nuestro”.

“Es ese caso, si hay una violación (del acuerdo), por supuesto entonces habrá reacción. Pero esperamos que esto no ocurra, que se retiren”, dijo, para que entonces los talibanes y el Gobierno de Kabul pueden centrarse “en una resolución pacífica” del conflicto.

El objetivo es, añadió, “llegar a un alto el fuego permanente y global”, así como a “una hoja política para Afganistán” al final del proceso intraafgano de paz, estancado desde hace más de seis meses.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció el pasado día 17 que será “duro” cumplir con el compromiso de retirar sus tropas de Afganistán el primero de mayo, tal y como se comprometió su antecesor, Donald Trump, por lo que el repliegue podría posponerse.

En una entrevista con la cadena ABC, Biden explicó que está “en el proceso” de determinar cuándo las tropas dejarán el país, al que llegaron en 2001 con la misión de dar caza a Osama Bin Laden, el “cerebro” de los atentados del 11 de septiembre de ese año, y castigar a los talibanes que le habían dado refugio.

Cuando Trump firmó el acuerdo, solo había 12,000 soldados estadounidenses en Afganistán, lo que supone un importante descenso con respecto a los 100,000 que llegó a haber en 2011.

Actualmente, hay unos 2,500 efectivos y mil miembros de las fuerzas especiales, según The New York Times.

Preguntado por la propuesta de EEUU para acelerar el proceso de paz intraafgano, que incluye un Gobierno interino con los talibán y un alto el fuego, Sohail Shaheen dijo que el grupo aún está “manteniendo consultas sobre esta cuestión”.

“No hemos expresado nuestro punto de vista. Lo haremos en su debido momento”, indicó.

Los talibanes acudieron este jueves a la cita que había convocado Rusia en Moscú con el fin de tratar de acelerar el diálogo intraafgano.

A la reunión asistieron los representantes especiales de Rusia, China, EEUU y Pakistán, en lo que se conoce como la “troika ampliada” para el arreglo del conflicto en Afganistán, así como delegaciones del Gobierno de Kabul, de los talibanes, de Catar y de Turquía, estas últimas en calidad de observadores.

Las conversaciones de paz entre Kabul y los talibanes, que comenzaron el pasado septiembre en Doha, permanecen estancadas sin mayores avances, mientras continúa la violencia en el país.

Estas conversaciones buscan poner fin de manera dialogada a casi dos décadas de guerra, que comenzó en 2001 tras el derrocamiento de los talibanes con la invasión estadounidense.