Talibán reanuda brutal castigo y azota 12 personas frente a cientos de espectadores
Enviaron invitaciones para el evento por las redes sociales.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Islamabad. El Talibán azotó a tres mujeres y nueve hombres frente a cientos de espectadores en un estadio deportivo provincial este miércoles, al reanudar una forma de castigo brutal que caracterizó al grupo religioso extremista durante su régimen en los años de 1990.
La oficina del gobernador de la provincia de Logar, al sur de Kabul, la capital, invitó a “estudiosos honorables, mujaidín, ancianos, líderes tribales y gente local” al estadio en la población de Pul Alam, en Logar. Las invitaciones al evento a las 9 de la mañana fueron enviadas por redes sociales.
Una corte local condenó a los castigados a entre 21 y 39 azotes cada uno, luego de declararlos culpables de robo o adulterio, dijo un funcionario de la gobernación que habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a informar a la prensa.
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El funcionario dijo que cientos de personas asistieron al castigo bajo la prohibición de tomar fotos o video.
Los azotes, así como las ejecuciones y lapidaciones en público por supuestos crímenes, eran comunes durante el primer período del régimen talibán, de 1996 a 2001, cuando los milicianos fueron derrocados por una invasión liderada por Estados Unidos.
Tras una insurgencia de 20 años, el Talibán regresó al poder en agosto de 2021, en coincidencia con el retiro de las tropas extranjeras del país.
Inmediatamente después de tomar el poder por segunda vez, el Talibán prometió ser más moderado y reconocer los derechos de las mujeres y las minorías. En lugar de ello, han limitado los derechos y libertades y prohibido la educación de las mujeres más allá del sexto grado.
El primer azotamiento público desde el regreso del Talibán tuvo lugar el 11 de noviembre, cuando 19 personas de ambos sexos recibieron 39 azotes por robo, adulterio y escapar del hogar.
La reanudación de la práctica puso de manifiesto la intención del Talibán de atenerse a la sharia, su estricta interpretación de la ley islámica.
Los exinsurgentes efectúan la transición de la guerra al gobierno en medio de un colapso económico y la falta de reconocimiento oficial por la comunidad internacional.