Seúl. Las Fuerzas Estadounidenses en Corea (USFK) comenzaron a administrar hoy por primera vez vacunas contra el COVID-19 a su personal desplegado en el país asiático.

Las primeras inyecciones correspondieron a la vacuna fabricada por Moderna y fueron administradas tanto a soldados como a personal sanitario civil, médicos y miembros del equipo de mando, según explicó USFK en un comunicado.

La vacuna se administró en tres centros médicos en Camp Humphreys, cuartel general de las USFK en Pyeongtaek (70 kilómetros al sur de Seúl), en la base aérea de la ciudad de Osan (40 kilómetros al sur de Seúl) y en la base aérea de la localidad de Gunsan (175 kilómetros al sureste de la capital surcoreana).

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El primer cargamento con la vacuna de Moderna aterrizó en Corea del Sur la semana pasada y fue distribuido ayer lunes a estos centros de vacunación.

El Pentágono decidió que las fuerzas militares en Corea del Sur fueran uno de los cuatro primeros grupos desplegados fuera del territorio continental estadounidense en recibir las vacunas.

Tras tomar parte por la franja sur de la península en la Guerra de Corea (1950-1953), contienda que concluyó con un alto el fuego y no con un tratado de paz, Estados Unidos mantiene desplegados en territorio surcoreano 28,500 efectivos.

Corea del Sur, por su parte, no dispone aún de un calendario de vacunación fijado, aunque el gobierno aseguró que las inoculaciones comenzarán en febrero y que ya se han preacordado envíos para poder vacunar a unos 56 millones de personas, unos 5 millones por encima de la población nacional.