Londres. Cuando un equipo encabezado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajó a China este año para investigar los orígenes de la pandemia de COVID-19, un alto funcionario expresó su preocupación por los estándares de bioseguridad en un laboratorio cercano al mercado en el que se detectaron las primeras infecciones en seres humanos, de acuerdo con un documental transmitido el jueves por la televisora danesa TV2.

La oficina en Wuhan del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC, en inglés) manejaba los casos de coronavirus “sin posiblemente tener el mismo nivel de experiencia o seguridad o quién sabe”, dijo Peter Ben Embarek durante una conferencia telefónica en enero, según las imágenes transmitidas por TV2. Ben Embarek es experto de la OMS en enfermedades transmitidas de animales a seres humanos y fue uno de los líderes de la misión.

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Pero meses después, cuando la OMS dio a conocer un extenso informe sobre su misión en Wuhan, la agencia concluyó que era “sumamente improbable” que una filtración del virus desde el laboratorio hubiera causado el COVID-19. El reporte de la OMS reforzó la teoría que promovió el gobierno chino de que el virus podría haber sido propagado en paquetes congelados de pescados y mariscos.

Sin embargo, en las últimas semanas el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha reconocido que fue “prematuro” descartar que una posible filtración de laboratorio haya sido el origen del COVID-19, al señalar el mes pasado que le había pedido a China mayor transparencia sobre los primeros días de la pandemia.

“Yo mismo fui técnico de laboratorio. Soy inmunólogo y he trabajado en laboratorio y los accidentes de laboratorio llegan a ocurrir”, declaró Tedros. “Es algo común”.

En el documental de TV2 se muestra a Ben Embarek a su llegada a China, inspeccionando los pasillos del mercado de pescados y mariscos de Huanan, en Wuhan, y examinando lo que supone son alojamientos para las personas que manejaban a animales vivos en el lugar, dejando abierta la posibilidad de que el virus pasara de los animales a las personas del mercado.

“Significaría que el contacto entre los seres humanos y lo que haya estado en el mercado, por ejemplo virus y quizá animales vivos, habría sido más intenso”, dijo Ben Embarek. “Sobra decir que el contacto cercano entre humanos y animales se habría potenciado varias veces si estás entre ellos todo el día”.

Previamente, los científicos pensaban que, debido a que muchos de los primeros casos conocidos en seres humanos en el mercado de Huanan no parecían tener un vínculo previo entre ellos, el mercado simplemente habría sido el lugar en el que los casos se amplificaron y no el sitio en el que el virus cruzó por primera vez la barrera entre especies.

El documental danés también muestra a Ben Embarek expresando su preocupación en enero sobre la filial en Wuhan de los CCDC, inquietudes que la OMS nunca ha externado de manera pública. Aunque diversos expertos han planteado la posibilidad de que pudiera haber habido un accidente de laboratorio en el Instituto de Virología de Wuhan -donde los científicos estudiaban coronavirus-, ha habido menor interés en otra instalación cercana.

“Lo que más me preocupa es el otro laboratorio”, dijo Ben Embarek. “El que está a un costado del mercado”, explicó, refiriéndose a la filial de los CCDC en Wuhan, la cual se ubica a tan sólo 500 metros (550 yardas) del mercado de Huanan.

En una entrevista realizada en junio, Ben Embarek comentó a TV2 que era “probable” que un miembro del laboratorio se hubiera infectado de coronavirus al recolectar muestras.

A pesar que la idea de que la pandemia inició de alguna manera en un laboratorio quedó prácticamente descartada el año pasado, el concepto ha retomado fuerza en fechas recientes, al grado que el presidente estadounidense Joe Biden ordenó una revisión de la información de inteligencia, y un creciente número de científicos piden que autoridades realicen una investigación independiente más allá de la OMS.