Pareciera inconcebible: ¿Cómo puede una escuadra de piratas somalíes, a bordo de simples lanchas, burlar las armadas más poderosas del mundo y tomar por asalto a descomunales buques petroleros? La respuesta es simple: los océanos del mundo son demasiado vastos y no hay nadie que los pueda patrullar como se debe.

La OTAN y Estados Unidos dicen que no pueden cubrir cada rincón de los mares del planeta, y el gobierno estadounidense le ha implorado a las empresas navieras que adquieran seguridad privada. Los buques que patrullan las costas de Somalia han logrado frustrar algunos hechos de piratería, pero los operativos militares para rescatar a las embarcaciones asediadas son sumamente riesgosos.

Aun así, cuando un grupo de piratas este fin de semana capturó al barco más grande jamás secuestrado — un carguero saudí con petróleo crudo por un valor de $100 millones — las cosas cambiaron. El hecho ocurrió a cientos de kilómetros de la costa de Africa, mar adentro donde los capitanes hasta ahora creían estar a salvo.

Gobiernos, fuerzas navales, compañías petroleras y propietarios de buques están angustiados y atemorizados, y se están percatando de que no hay soluciones fáciles. Por lo menos una empresa de seguridad privada dijo estar inundada de pedidos de empresas navieras — entre ellas saudíes — para que se les otorgue protección.

Hasta ahora, las empresas desestimaban la amenaza de la piratería. A lo sumo, pensaban, uno paga un rescate y le devuelven el barco con la tripulación y la carga intactos. Pero ahora se están percatando de las repercusiones financieras. Tales asaltos podrían obligar a los barcos a surcar rutas más largas alrededor de Africa, y podrían hacer subir los costos e inclusive los precios del petróleo.

"Por mucho tiempo yo pensé que esto de la piratería era una tontería, pura exageración", admitió Giles Merritt, director de Security & Defence Agenda, una institución académica dedicada al estudio de temas de seguridad.

Pero lo que está ocurriendo es totalmente distinto, dijo. "Me parece inverosímil que tenemos aviones con sofisticados radares que pueden detectar todo lo que se mueve, pero no podemos detectar unas cuantas lanchas llenas de sujetos con ametralladoras".

Piratas somalíes, operando en un país que vive en la anarquía desde hace dos décadas, han atacado más de 90 barcos en lo que va de año y han capturado a 36. Y se trata de todo tipo de embarcaciones: cargadores de aceite y de sustancias químicas, así como yates de lujo. Han recaudado millones de dólares por pago de rescate y podrían recaudar más ya que tienen 14 barcos en su poder, escondidos a lo largo de la costa africana.

Han surgido pedidos de que las potencias despachen más buques para patrullar las peligrosas aguas. El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Saud al-Faisal, declaró el martes que su país estaba dispuesto a integrar una coalición internacional contra la piratería. La armada saudí tiene entre 18.000 y 20.000 hombres pero hasta ahora nunca ha participado en un enfrentamiento en alta mar. Funcionarios de Yibutí, Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Sudán se reunirán el jueves en El Cairo para elaborar una estrategia global contra el flagelo.