Se reanudan los bombardeos entre Israel y Hamás
Mientras ambos bandos culpan al otro por el fin de la tregua
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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La Franja contabiliza más de 15,000 muertos desde que se inició la guerra, el 7 de octubre, además de unas 7,000 personas enterradas bajo los escombros.
Solo este viernes, ya se sumaron a la lista 178 muertes más, así como 589 heridos, la mayoría niños y mujeres, indicó el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
En las calles de Rafah, varias mujeres abrazaban los cadáveres de sus bebés o niños, algunos cubiertos de polvo y con los ojos aún abiertos, mientras se apilaban los cuerpos de adultos envueltos en telas blancas.
Muchos otros, buscaban desesperados entre los escombros señales de vida de sus seres queridos.
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Sin lugar a dónde ir
El jueves fue la séptima y última jornada de una tregua negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos, a través de un acuerdo que incluyó la liberación de 105 rehenes secuestrados por Hamás, a cambio de la liberación de 240 presos palestinos en cárceles israelíes y la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Israel y Hamás se culparon mutuamente de romper la tregua, y poco antes de las 7:00 hora local, cuando expiraba la tregua que no renovaron, comenzaron el intercambio de fuego, pese a una oposición internacional cada vez mayor.
Un portavoz del gobierno israelí aseguró que “Hamás recibirá la madre de todos los golpes”, mientras el grupo islamista prometió responder “con firmeza”.
Estados Unidos advirtió a Israel contra reanudar la ofensiva militar en Gaza a menos de que tuviera un plan concreto para evitar muertes y desplazamientos masivos de las familias palestinas, como ocurrió previo a la tregua.
Este viernes, Israel esparció desde el aire miles de octavillas en el sur de la Franja, instando a los habitantes de la ciudad de Jan Yunis, considerada a partir de ahora una “peligrosa zona de combate”, a que se desplazaran hacia Rafah, también bombardeada hoy.
Pero según autoridades gazatíes, miles de refugiados se encuentran en el Hospital Naser, en Jan Yunis, mientras que Rafah “es hoy una ciudad azotada por el desastre, pues la ayuda médica que entró durante la tregua sólo alcanza para un día”.
Crisis humanitaria
“Los equipos médicos se ocupan de un gran número de heridos tras el fin de la tregua y los nuevos bombardeos contra civiles. Los heridos yacen en el suelo de los servicios de urgencias y frente a los quirófanos, debido a la acumulación de casos”, denunció el Ministerio de Sanidad.
“La situación sanitaria en el norte de la Franja es extremadamente catastrófica. Los tres hospitales que quedan son pequeños y no están preparados para recibir a un gran número de heridos”, añadió, instando a los gazatíes a donar sangre.
Antes del fin de la tregua, el panorama en la Franja era ya apocalíptico.
La inmensa mayoría de los edificios de la mitad norte del enclave quedaron reducidos a cenizas, mientras que cerca de dos millones de gazatíes -casi la totalidad de la población- se encuentran desplazada en pleno invierno, en medio de una grave crisis humanitaria ante el colapso de los hospitales y la escasez de agua potable, alimento, medicinas, electricidad y combustible.