Beirut. El Ministerio de Salud libanés elevó este miércoles a 181 el número de muertos como consecuencia de la explosión que se produjo el 4 de agosto en el puerto de Beirut y que causó también heridas a más de 6,000 personas.

Una fuente del departamento de Salud precisó a Efe que ayer un menor sucumbió a las heridas sufridas, dos semanas después de la deflagración.

El ministerio mantiene la cifra de heridos en “más de 6,000”, mientras que el Ejército libanés sitúa en 30 las personas que siguen desaparecidas.

El pasado día 4 una carga de 2,750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en un galpón del puerto de Beirut explotaron, generando una onda expansiva que afectó a toda la capital libanesa.

La pasada semana el presidente libanés, Michel Aoun, indicó que las pérdidas producidas por la catástrofe rondan los 15.000 millones de dólares.

Entre 250,000 y 300,000 personas han perdido sus viviendas como consecuencia de los daños producidos por la explosión.

Además, más de la mitad de los centros de salud públicos y privados de la capital libanesa se han visto afectados, lo cual ha dificultado no solo la atención de los heridos por la deflagración, sino también el tratamiento de enfermos de la COVID-19, que ha vuelto a repuntar en medio de la tragedia.

Tanto las agencias de la ONU como organizaciones humanitarias y la comunidad internacional están apoyando al Líbano con el envío de suministros y ayuda médica adicional.