Kiev, Ucrania. - Las tropas rusas intensificaron el martes su ofensiva en zonas urbanas de Ucrania, bombardeando la plaza central de la segunda ciudad más grande del país y la principal torre de televisión de Kiev, en lo que el presidente ucraniano describió como una flagrante campaña de terror.

“Nadie perdonará. Nadie olvidará”, prometió el presidente Volodymyr Zelenskyy tras el derramamiento de sangre en la plaza de Járkiv.

En Estados Unidos, el presidente Joe Biden planeaba usar su primer discurso del Estado de la Unión la noche del martes para prometer que hará que el mandatario ruso Vladimir Putin “pague un precio” por la invasión. Biden resaltaría la determinación de una revitalizada alianza de Occidente que ha trabajado para reabastecer de equipamiento militar a Ucrania e implementar duras sanciones.

“A lo largo de nuestra historia hemos aprendido esta lección: Cuando los dictadores no pagan un precio por sus agresiones, causan más caos”, diría Biden, según un avance de su discurso difundido por la Casa Blanca.

Biden también se dispondría a anunciar que Estados Unidos cerrará su espacio aéreo a aeronaves rusas en respuesta a la invasión, según dos personas al tanto de la decisión que hablaron bajo condición de anonimato a fin de tocar el tema antes del discurso.

Al mismo tiempo, un convoy militar ruso formado por cientos de tanques y otros vehículos avanzaba lentamente hacia la capital, donde residen casi 3 millones de habitantes, en lo que Occidente teme que sea un intento de Putin de derrocar al gobierno e instalar un régimen favorable al Kremlin.

Las fuerzas rusas también intensificaron sus ataques en otras poblaciones grandes y pequeñas que incluían los puertos estratégicos de Odesa y Mariúpol en el sur.

En el sexto día de la guerra terrestre más grande de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, Rusia se encuentra cada vez más aislada, acosada por sanciones que han sumido su economía en una crisis. El país prácticamente carece de aliados aparte de algunas naciones como China, Bielorrusia y Corea del Norte.

En momentos en que recrudecen los combates, el número total de muertes sigue sin estar claro, pero un alto agente de inteligencia de Occidente calculó el martes que más de 5.000 soldados rusos habían muerto o habían sido capturados. Ucrania no difundió un estimado de bajas.

La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas informó que tiene registro de 136 decesos de civiles. Se cree que la cifra real es mucho más elevada.

El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña señaló que ha notado un incremento en los ataques aéreos y de artillería por parte de Rusia contra zonas urbanas densamente pobladas durante los últimos tres días. También indicó que tres ciudades, Járkiv, Jersón y Mariúpol, se encuentran rodeadas por tropas rusas.

A muchos expertos militares les preocupa que Rusia esté cambiando de táctica. La estrategia de Moscú en Chechenia y Siria fue usar artillería y bombardeos para pulverizar ciudades y aplastar la determinación de los combatientes.

El país lleva seis días bajo ataque.

Las autoridades ucranianas informaron que cinco personas murieron en el ataque contra la torre de televisión, la cual se ubica a unos 3 kilómetros (2 millas) del centro de Kiev y a poca distancia de edificios residenciales. Una sala de control de TV y una subestación eléctrica resultaron afectadas y al menos algunos canales ucranianos dejaron de transmitir, indicaron las autoridades.

El bombardeo a la torre de televisión se produjo después de que Rusia anunció que atacaría instalaciones de transmisión utilizadas por la agencia de inteligencia ucraniana. Hizo un llamado a las personas que viven cerca de esos lugares a que abandonen sus hogares.

La oficina de Zelenskyy también reportó un ataque con misiles en el monumento al Holocausto de Babi Yar, ubicado cerca de la torre. Un portavoz del monumento señaló que un cementerio judío que se encuentra en el lugar, en donde los ocupantes nazis mataron a más de 33.000 judíos en poco más de dos días en 1941, resultó dañado, pero no se conocerá la magnitud de las afectaciones hasta el amanecer.

En Járkiv, con una población de 1,5 millones, al menos seis personas murieron cuando el edificio administrativo ubicado en la Plaza de la Libertad recibió un impacto de un supuesto misil.

El ministerio del Exterior de Eslovaquia informó que su consulado en Járkiv, ubicado en otro edificio de la plaza, fue destruido durante el ataque. La entrada al consulado se ubicaba junto a una joyería y un banco.

El ataque contra la Plaza de la Libertad, centro de la vida pública de la ciudad, fue visto por muchos ucranianos como una prueba irrefutable de que la invasión rusa no sólo se centra en blancos militares, sino que también busca quebrantar la moral de la población.

El ataque destruyó ventanas y paredes de los edificios que rodean la gran plaza central, la cual quedó repleta de polvo y escombros. En el interior de un edificio había enormes trozos de yeso desparramados y puertas arrancadas de sus bisagras en los pasillos.

“Hay gente debajo de las ruinas. Hemos extraído cuerpos”, dijo Yevhen Vasylenko, delegado del Ministerio de Situaciones de Emergencia en Járkiv.

Zelenskyy calificó el ataque a la plaza como “terrorismo al descubierto” y un crimen de guerra. “Esto es terrorismo de Estado de la Federación Rusa”.

En un emotivo llamado al Parlamento Europeo, Zelenskyy declaró: “Luchamos para ser miembros de Europa en igualdad. Creo que hoy estamos demostrando a todos que eso es lo que somos”.

Otro ataque aéreo ruso impactó una zona residencial cerca de un hospital en la ciudad de Yitomir, dijo el alcalde Serih Sukhomlin en un video publicado en Facebook. Los servicios de emergencia de Ucrania informaron que el bombardeo del martes cobró la vida de al menos dos personas, incendió tres viviendas y rompió las ventanas del hospital. Ubicada a unos 140 kilómetros (85 millas) al oeste de Kiev, Yitomir alberga a la 95ta brigada de ataque aéreo, la cual habría sido el posible objetivo.

Zelenskyy aseguró que 16 niños murieron el lunes en distintos puntos de Ucrania, e ironizó sobre las afirmaciones rusas de que únicamente atacaba objetivos militares.

“¿Dónde están los niños? ¿En qué clase de instalaciones militares trabajan? ¿En qué tanques viajan?”, preguntó Zelenskyy.

Human Rights Watch informó que en los últimos días documentó un ataque con bombas de racimo afuera de un hospital en el este de Ucrania. Residentes también reportaron el uso de este tipo de armas en Járkiv y en el poblado de Kiyanka. El Kremlin ha negado el uso de bombas de racimo.