Moscú. Las tropas rusas comenzaron a retirarse a sus bases permanentes el viernes después de una acumulación masiva que causó preocupaciones en Ucrania y Occidente.

El jueves, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, declaró el fin de las maniobras militares en Crimea y amplias franjas del oeste de Rusia, y ordenó llevar a las tropas de regreso a sus bases permanentes antes del 1 de mayo.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy recibió bien la noticia del retiro.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el viernes que las fuerzas que participaron en los simulacros masivos en Crimea abordarían trenes, aviones de transporte y barcos para regresar a sus bases permanentes.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que Kiev esperaría la confirmación de inteligencia del retroceso.

“Queremos ver que los hechos rusos coincidan con las palabras rusas”, dijo Kuleba el viernes durante una visita a Rumania. “Lo dicho no fue suficiente, queremos ver que esto se implemente y todas estas fuerzas sean removidas de nuestra frontera”.

Agregó que si se confirma el retroceso, “esto significaría un alivio real de la tensión”.

Kuleba agradeció a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a los países de la UE por ofrecer “un apoyo muy firme e inmediato a Ucrania”.

En Naciones Unidas, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, también saludó la retirada y dijo que “cualquier movimiento que reduzca las tensiones, como esperaríamos, será bienvenido”.

Estados Unidos y la OTAN habían dicho que la acumulación de tropas era la mayor desde 2014, cuando Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea y apoyó a los separatistas en el este de Ucrania. Más de 14,000 personas han muerto en siete años de combates entre las tropas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia.

La concentración de tropas rusas en medio de crecientes violaciones de un alto el fuego en el conflicto en el este de Ucrania generó preocupación en Occidente, que instó al Kremlin a retirar sus fuerzas.