Rusia tomó el control sobre las centrales atómicas de Chernóbil y Zaporinyia, ambas en Ucrania, para “impedir provocaciones nucleares por parte de Kiev”, declaró este miércoles la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.

“Durante la operación especial de las Fuerzas Armadas de Rusia se estableció el control de las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporinyia y de los territorios adyacentes”, agregó la portavoz, según la agencia rusa Sputnik.

“Este paso se realizó únicamente para no permitir que las formaciones nacionalistas y otras organizaciones terroristas ucraniana, y también los mercenarios extranjeros aprovechen la situación para realizar provocaciones nucleares”, subrayó Zajárova.

La portavoz dijo además que estos riesgos existen realmente y que la situación en ambas centrales atómica de Chernóbil y Zaporinyia es controlada por especialistas ucranianos y militares rusos de forma conjunta.

“La actividad radiactiva de ambas estaciones está dentro de los límites normales”, precisó Zajárova, que insistió en que “Rusia hace todo lo posible para garantizar la seguridad apropiada” de estas instalaciones.

Horas antes de que se produjeran estas declaraciones, la Compañía Nacional de Energía Ukrenergo que gestiona Chernóbil aseguró que la planta se había quedado sin electricidad debido a los ataques de las tropas rusas.

“Como resultado de las acciones hostiles de los ocupantes rusos, la planta de energía nuclear de Chernóbil quedó completamente sin electricidad”, precisó el operador ucraniano en un mensaje de Telegram que recoge la agencia Ukrinform.

“Los combates continúan, por lo que actualmente es imposible realizar trabajos de reparación y restablecer el suministro eléctrico”, agregó la compañía estatal.

Zaporinyia es la mayor central nuclear europea mientras la antigua central nuclear, ubicada en una zona de exclusión debido a la radiactividad por el grave accidente de 1986, incluye reactores fuera de servicio, así como instalaciones de desechos radiactivos.