MOSCÚ. A un año del ataque armado al Crocus City Hall de Moscú, durante el que 145 personas fueron asesinadas en esa sala de conciertos, las autoridades rusas acusaron el sábado a “los servicios especiales de un Estado hostil” de planear y orquestar la masacre el año pasado.

El objetivo, según un comunicado de Svetlana Petrenko, representante del Comité de Investigación de Rusia, era “desestabilizar la situación en Rusia”.

Aunque no especificó cuál era el “Estado hostil”, señaló que “seis centroasiáticos” que actualmente se encuentran fuera de Rusia han sido acusados en ausencia y agregados a la lista de personas buscadas por Rusia por supuestamente reclutar y organizar la capacitación de cuatro de los presuntos perpetradores.

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Los cuatro sospechosos, todos identificados en los medios como ciudadanos de Tayikistán, comparecieron ante un tribunal de Moscú a finales de marzo del año pasado por cargos de terrorismo y mostraron signos de severas golpizas. Uno parecía estar apenas consciente durante la audiencia.

El ataque en el Crocus City Hall de Moscú el 22 de marzo de 2024 fue el peor registrado en Rusia en años. Cientos de personas resultaron heridas.

Según Petrenko, 19 personas se encuentran actualmente bajo custodia en Rusia en relación con el ataque.

Una facción del grupo Estado Islámico ha reclamado la responsabilidad por la masacre en la que hombres armados dispararon contra personas que esperaban un espectáculo de una popular banda de rock y luego incendiaron el edificio. Pero funcionarios rusos, entre ellos el presidente Vladímir Putin, han afirmado persistentemente, sin presentar pruebas, que Ucrania tuvo un papel en el ataque. Kiev ha negado vehementemente cualquier implicación.

Un monumento a las víctimas del ataque fue develado el sábado frente al Crocus City Hall, donde una multitud se congregó para depositar flores, ositos de peluche y velas en el primer aniversario del ataque.