Rinden homenaje al fenecido presidente de Irán en la ONU
El tributo a Ebrahim Raisi puso de manifiesto las divisiones entre los países occidentales y el llamado ‘sur global’.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU celebró este jueves un polémico homenaje a Ebrahim Raisí, el presidente de Irán muerto el 19 de mayo en un accidente de helicóptero en el norte de su país, y el tributo puso de manifiesto las divisiones entre los países occidentales y el llamado ‘sur global’.
A las afueras de la ONU, un grupo de medio centenar de opositores iraníes se congregaron en la mañana del jueves con carteles donde se leía ‘¡Qué vergüenza de ONU!, homenajeando a Raisi, el carnicero de Teherán’, y le atribuían la muerte de 30,000 presos políticos.
El homenaje se celebró en la gran sala de la Asamblea General, que hoy tenía muchos asientos vacíos, con una enorme foto del presidente difunto colgada tras la tribuna de oradores.
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Estados Unidos se ausentó del homenaje -una fuente anónima dijo a una agencia de prensa que con ese gesto querían así desmarcarse-, mientras que Israel lo criticó con dureza en los últimos días, a través de su embajador Gilad Erdan, incluso a los mensajes de pésame enviados por el secretario general António Guterres.
Guterres pronunció hoy en el homenaje un discurso con palabras muy medidas, en las que dijo que Raisí “condujo Irán en un momento muy complejo para el país, la región y el mundo”, para a continuación añadir que Naciones Unidas es “solidaria con el pueblo iraní en su anhelo de paz, desarrollo y libertades fundamentales”, un guiño a la oposición en el país persa.
Tras Guterres, tomaron la palabra varios grupos de países del ‘sur global’ que alabaron con más o menos énfasis la labor de Raisí; entre ellos hubo oradores en nombre de los países africanos, musulmanes, los de Asia-Pacífico, los de Latinoamérica y el Caribe, los No Alineados y los del Consejo de Cooperación del Golfo.
Llamó la atención que ningún país europeo -solo o en grupo- tomó la palabra para homenajear a Raisí, como tampoco lo hicieron EE.UU. o Canadá, poniendo así de manifiesto la brecha cada vez mayor entre los países llamados occidentales y los del ‘sur global’, sean africanos, asiáticos o latinoamericanos.