Estambul. Muchos residentes en Estambul pasaron la noche a la intemperie por temor a regresar a sus hogares tras un potente sismo y más de 180 réplicas.

El terremoto de magnitud 6.2 registrado el miércoles causó un fuerte impacto en la ciudad de 16 millones de habitantes, muchos de los cuales quedaron conmocionados y temerosos ante la posibilidad de un temblor más destructivo. No se reportaron daños graves, pero el sismo, el más intenso de los últimos años en Estambul, causó pánico generalizado y dejó cientos de heridos.

El temblor se registró a una profundidad de 10 kilómetros (unas seis millas), según el Servicio Geológico de Estados Unidos, y el epicentro estuvo a unos 40 kms (25 millas) al suroeste de la ciudad, en el mar de Mármara. Se sintió en varias provincias vecinas.

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Al menos 236 personas fueron atendidas por lesiones sufridas al intentar saltar de edificios o por ataques de pánico. La mayoría de los heridos estaban en Estambul, donde los residentes están en alerta porque se considera que la ciudad tiene un alto riesgo de registrar un gran terremoto.

El miedo a un movimiento telúrico más potente que pudiera derribar sus viviendas, llevó a los residentes a buscar refugio durmiendo en sus autos o instalando tiendas de campaña en parques y otros espacios abiertos. Muchos encendieron fogatas para mantenerse calientes después del descenso de las temperaturas por la noche.

Más de 100,000 personas durmieron en mezquitas, escuelas, residencias y centros comunitarios administrados por el gobierno, señaló el jueves el ministro del Interior, Ali Yerlikaya.

“Estábamos muy asustados por el terremoto. Extremadamente asustados. No pudimos volver a entrar (en casa)”, dijo Emriye Toklu, quien pasó la noche junto a familiares dentro de una tienda de campaña en un parque cerca de su vivienda. “Probablemente nos quedaremos aquí un tiempo porque mis hijos y mis nietos no volverán a casa aunque está cerca”.

Turquía está atravesada por dos grandes fallas sísmicas, y los terremotos son frecuentes.

Para muchos, el recuerdo del devastador terremoto que golpeó 11 provincias del sur y sureste hace dos años, sigue estando muy vivo.

Un sismo de magnitud 7.8 registrado el 6 de febrero de 2023 se cobró la vida de más de 53,000 personas y destruyó o dañó cientos de miles de edificios. Otras 6,000 personas murieron en el norte de la vecina Siria.

La agencia turca de gestión de desastres y emergencias, AFAD, dijo que al del miércoles le siguieron 184 réplicas, siete de ellas de magnitud 4 o superior.

Según el ministro de Medio Ambiente, Urbanización y Cambio Climático, Murat Kurum, las autoridades recibieron 378 reportes de daños estructurales en varios edificios. Al menos 12 inmuebles fueron evacuados por precaución, añadió.

Solo un edificio, una estructura en ruinas y abandonada desde hace mucho tiempo en el histórico distrito de Fatih de la ciudad, se vino abajo.

El instituto de investigación sismológica GFZ de Alemania dijo que el terremoto fue el más fuerte registrado en el área en más de 25 años y extendió la zona de falla hacia Estambul.

Esto plantea dos posibilidades: la región podría experimentar una disminución temporal de la actividad sísmica, o bien el estrés causado por el temblor podría llevar a uno más destructivo, explicó.

“El zona situada bajo del mar de Mármara, al sur de Estambul, es la única de todo el límite de la placa que no ha generado un terremoto fuerte en más de 250 años y, por lo tanto, está atrasada en cuanto a un terremoto con una magnitud de hasta 7.4”, afirmó el centro de sismología.