Cientos de trabajadores de rescate buscaban el miércoles entre el lodo y los escombros de varios aludes que azotaron el sur de la India y que han causado la muerte de por lo menos 151 personas, informó la policía.

Los múltiples aludes se produjeron luego de que intensas lluvias desencadenaron torrentes de lodo y agua que arrasaron fincas de té y localidades.

Otras 186 personas resultaron heridas por los aludes que impactaron regiones montañosas del distrito de Wayanad, en el estado de Kerala, el martes por la mañana, arrasando con viviendas, arrancando árboles y destruyendo un puente, informó el agente de policía Aijaz, que utiliza sólo un nombre.

Más de una decena de cadáveres fueron hallados durante la noche, dijo Aijaz, mientras más de 300 rescatistas trabajaban para sacar a la gente que había quedado atrapada bajo el lodo y los escombros, pero sus esfuerzos se vieron obstaculizados por carreteras bloqueadas y la inestabilidad del terreno.

El primer alud se registró a las 2 de la madrugada del martes, seguido por otro dos horas más tarde. Varias zonas, incluidas las localidades de Meppadi, Mundakkai y Chooralmala, quedaron aisladas y las carreteras fueron borradas del mapa causando enormes daños a viviendas, dijo el principal funcionario electo de Kerala, Pinarayi Vijayan.

“Las labores para localizar a las personas desaparecidas continúan con todos los recursos disponibles”, señala su comunicado.

Mundakka se encuentra en una zona muy propensa a los desastres. Sin embargo, los torrentes de tierra, grava y roca llegaron a la ciudad de Chooralmala, a 3.7 millas de distancia.

Vijayan dijo que más de 3,000 personas han sido trasladadas a campamentos de ayuda. El gobierno está garantizando la entrega de alimentos y artículos de primera necesidad a dichos campamentos.

Las autoridades enviaron vehículos con 20.000 litros de agua potable a la zona del desastre. Se están instalando hospitales provisionales, según el comunicado emitido el martes por la noche.

La prensa local informó que la mayoría de las víctimas eran trabajadores de plantaciones de té. Las imágenes de televisión mostraban a los equipos de rescate abriéndose paso entre el lodo y los árboles arrancados para llegar hasta los que habían quedado varados. En un río crecido se veían vehículos arrastrados fuera del camino. Los noticieros de la TV local también emitieron llamadas telefónicas de personas varadas pidiendo ayuda.