Roma. Las 32 personas huidas de Libia y que se informó estaban abandonadas desde hace cuatro días en la plataforma petrolífera de Miskar, en el Mediterráneo central, fueron rescatadas por la ONG de rescate marítimo Sea Watch.

Todos ellos “están ahora a bordo de la Aurora, la nave rápida” de Sea Watch, informó esta asociación en un comunicado.

La situación de esta treintena de personas trascendió este martes por una denuncia de la ONG de rescate Mediterranea Saving Humans. Según aseguró, todas ellas, entre las que hay mujeres, hombres y niños, zarparon de Libia y naufragaron en la plataforma petrolífera Miskar, propiedad de la multinacional inglesa British Gas, situada frente a las costas de Túnez.

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De acuerdo con Sea Watch, durante estos días “fueron dejadas a la deriva” y estuvieron “expuestas al frío y sin asistencia”, tras lo que esta mañana la nave Aurora de la ONG partió desde la isla italiana de Lampedusa para rescatarlas.

“Ahora las personas están a salvo, atendidas por nuestra tripulación”, agregó Sea Watch.

Según denunció su portavoz, Giorgia Linardi, “ninguna de las autoridades contactadas asumió la responsabilidad jurídica y humanitaria de un rescate obligatorio”.

“También esta vez nos hemos hecho cargo de llenar un gravísimo vacío institucional, dictado por políticas inhumanas y profundamente racistas”, agregó Linardi.

Según denunció, en el Mediterráneo “una omisión de socorro” se ha convertido “en una práctica impune y la obligación de rescatar a cualquier persona en peligro es criminalizada de forma sistemática”.

Según informó este martes Mediterranea Saving Humans, una de las personas que se quedó a la deriva en la plataforma falleció.

La ruta migratoria del Mediterráneo, por la que los migrantes que zarpan del norte de África intentan cruzar el mar para alcanzar territorio italiano, es una de las más peligrosas del mundo y la vía principal de acceso a Europa para muchos migrantes.