República Dominicana redujo en un 5 % los matrimonios infantiles entre 2014 y 2019
Las niñas que viven en entornos frágiles tienen el doble de probabilidades de contraer matrimonio durante su infancia que las de otros círculos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El matrimonio infantil se redujo en un 5 % en República Dominicana entre 2014 y 2019, según un informe publicado este miércoles por Unicef, donde se analiza la evolución de los casamientos y las uniones tempranas en América Latina y el Caribe.
El documento indica que el 37 % de las mujeres se había casado o unido antes de los 18 años en 2014, siendo esto matrimonio infantil (formal) o unión temprana (no formal), cifra que se redujo hasta el 32 % en 2019, según datos obtenidos de la encuesta Enhogar-Mics, indicó Unicef en un comunicado de prensa.
Pese a que el matrimonio infantil ha disminuido de forma constante en la última década, las múltiples crisis actuales -en particular los conflictos, las perturbaciones climáticas y los efectos persistentes de la pandemia de covid-19- amenazan con revertir los logros que se han alcanzado, según se desprende del análisis de la organización.
En el caso de República Dominicana, el descenso ha sido más relevante en las niñas más pobres, al pasar de un de 59 % a un 49 %, sin embargo, no hay datos en el país de cómo incidieron los efectos de la pandemia de la covid-19 en esta práctica.
En los últimos años se han registrado avances en este sentido, como la prohibición del matrimonio infantil en 2021 y la aprobación de la Política sobre la Prevención y Atención de las Uniones Tempranas y el Embarazo en Adolescentes, pero las cifras siguen siendo de las más elevadas de Latinoamérica.
De hecho, “está lejos de lograr la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente el #5″, indicó la representante de Unifef en el país, Rosa Elcarte.
Según señala el nuevo documento, las niñas que viven en entornos frágiles tienen el doble de probabilidades de contraer matrimonio durante su infancia que las de otros círculos.
El texto expone también que cada vez que las muertes ligadas a los conflictos se multiplican por 10 se produce un incremento del 7 % en el número de matrimonios infantiles.
Por otra parte, los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático también ponen a las niñas en mayor riesgo y, de hecho, cada desviación del 10 % en las precipitaciones es correlativa a un aumento de alrededor del 1 % en la prevalencia del matrimonio infantil.
“Las niñas que contraen matrimonio durante la infancia sufren consecuencias inmediatas y de por vida. Tienen menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela y se enfrentan a un mayor riesgo de quedarse embarazadas precoz, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que tanto ellas como sus hijos sufran complicaciones de salud o mueran”, expuso Elcarte.
Esta práctica “también puede aislar a las niñas de sus familias y amigos, además de excluirlas de participar en sus comunidades, una situación que tiene graves consecuencias para su salud mental y su bienestar”, agregó.
El análisis de Unicef advierte de que los avances logrados en la última década para poner fin al matrimonio infantil se están viendo amenazados —e incluso anulados— por los efectos persistentes de la covid-19 y se calcula que la pandemia ya ha reducido en una cuarta parte los matrimonios infantiles evitados desde el año 2020.