Un estudio de 2020, publicado por la International Society of Travel Medicine (Sociedad Internacional para la Medicina del Viajero), encontró que 74 bebés nacieron en vuelos comerciales entre 1929 y 2018, 71 de ellos sobrevivieron al parto.

Estos casos no son comunes, la empresa de apoyo médico de aviación MedAire indicó que un nacimiento de este tipo ocurría en uno de cada 26 millones de pasajeros, aproximadamente.

En entrevista para “Condé Nast Traveler”, el doctor Paulo Alves dijo que usualmente eran situaciones inesperadas y bebés prematuros. Además, contó que un avión no es el mejor lugar para dar a luz, pues el aire es más fino y podría causar dificultades en la respiración del recién nacido. Aunque existe un protocolo, no suelen haber expertos en los vuelos ni el equipo especializado.

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Por lo tanto, existen restricciones para evitar estas situaciones. Según Mayo Clinic, viajar en avión antes de las 36 semanas se considera seguro para las personas que no tienen ningún problema durante el embarazo. Esto puede depender de la aerolínea y el tipo de vuelo, ya sea internacional o doméstico.

¿Cuál sería la nacionalidad de un bebé que nace en un avión?

La nacionalidad puede ser determinada bajo dos conceptos jurídicos: ius sanguinis (derecho de sangre) e ius soli (derecho de suelo).

Depende del principio que siga el lugar en donde ocurra el nacimiento. En algunos casos, los bebés reciben la nacionalidad de sus padres, por el derecho de sangre, en otros podrían automáticamente convertirse en ciudadanos del país en el que hayan nacido.

De acuerdo con la base de datos “World Population Review”, existen 33 países que ofrecen ciudadanía por nacimiento sin restricciones: Estados Unidos, Canadá, Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Brasil, Bolivia, Chad, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Fiji, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Lesoto, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Tanzania, Trinidad y Tobago, Tuvalú, Uruguay y Venezuela.

De esta manera, si un niño nace en un avión sobre el territorio o dentro del espacio aéreo de uno de estos países, se le concedería instantáneamente la ciudadanía, por el principio de ius soli. Aquellos que nazcan en países con ius sanguinis, tendrán la nacionalidad de sus padres.

Sin embargo, existe otro escenario. Según el medio “Simple Flying”, si un bebé nace en aguas internacionales o en regiones sin derechos territoriales, se tendría en cuenta el lugar en el que está registrado la aeronave.

“A todos los aviones se les asigna la nacionalidad del país donde están matriculadas, independientemente del lugar donde se produzca el despegue y el aterrizaje. Sin embargo, esta regla, basada en la Convención para Reducir los Casos de Apátridia, de Naciones Unidas, se aplica solo si el niño sería apátrida”, explicaron los expertos.